Dositeo Valiñas, el cura de Ribadumia, cumplió ayer 102 años rodeado de sus seres queridos. A lo largo de su trayectoria se ha ganado el homenaje de sus vecinos que lo acompañan cada siete de febrero. Independientemente de las creencias religiosas de cada uno, don Dositeo, que es como se le conoce, se ha ganado el respeto del pueblo no solo con su labor pastoral, sino con su implicación directa en la vida social de la localidad ayudando a los que más lo necesitaban. Los rigores del invierno le desaconsejan dar misa, pero seguro que con los primeros soles de la primavera volverá al altar. Felicidades.