Los problemas de la biblioteca municipal ya no son noticia, pero sí cualquier empeoramiento o mejora de estos. Tras perder personal con la extinción de contratos a finales de año, se redujo el horario de atención al público, cambiando la jornada continua por la partida, con el consabido perjuicio para los usuarios, especialmente universitarios en pleno mes de exámenes. Ahora, el año nuevo parece hacer brillar una luz de esperanza, y el ejecutivo local anuncia la contratación de cinco nuevos auxiliares para finales de marzo. Aunque todavía hay que esperar, es algo positivo que debería perpetuarse.