La intervención del portavoz del Gobierno madrileño sobre un informe acerca de la exclusión social en la comunidad, elaborado por treinta investigadores de diez universidades, podría estudiarse como ejemplo de pésima comunicación. A Enrique Ossorio le pareció de lo más adecuado preguntarse “por dónde estarán” esos tres millones de pobres que dicen que hay en Madrid mientras giraba la cabeza a uno y otro lado simulando que los buscaba. Ya nos imaginamos que no frecuentan su mismo círculo social. Y luego los políticos se preguntan por qué caen mal...