Que no cunda el pánico. Que aquí no dimite ni el que pega los carteles de la campaña electoral, aunque el fracaso sea tan sonoro que pasa a ser un trabajo de fin de carrera en cualquier facultad de Ciencias Políticas. Para estudiar o, al menos, ver por qué una marca de prestigio que tenía el PSOE va cayendo en picado, aunque luego logre el poder sumando las minorías. Las elecciones gallegas fueron muy duras para muchos, hasta para Yolanda Díaz, que está convencida de que ahora “Sumar tiene más sentido que nunca”. Nadie lo entiende, pero bueno. Lo dicho, que perder se les hace tan admisible que no dimite ni el apuntador.