Lo cansinos que podemos llegar a ser

Lo cansinos  que podemos llegar a ser
FOTO: una patrulla practicando la paciencia en la calle Compostela | AEC

Al principio lo achacamos a algún resentido con las peatonalizaciones que descargaba su frustración contra el elemento que le impedía el paso a su vehículo. Luego empezamos a creer que había un patrón de conducta seguido por cualquiera al que el cambio en la movilidad le complicase un poco la actividad diaria. Y con el tiempo confirmamos que la cuestión es que somos animales de costumbres. Y cansinos. Empecinados en nuestra rutina hasta la extenuación. Parece que intentamos ganar las batallas por desgaste del contrario. Y el contrario, en este caso, es el Ayuntamiento que ha modificado la circulación rodada en la calle Compostela y los policías locales a los que les toca hacer que se cumpla la nueva norma. No hay día en el que no aparezca un coche amenazando la integridad del banco más vigilado de la ciudad. Ni día en el que la patrulla de la zona no tenga que armarse de paciencia para repetir una y otra vez que por ahí no se puede circular. A saber hasta cuándo.

Lo cansinos que podemos llegar a ser

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