La campaña y los debates que nos hemos perdido

La campaña y los debates que nos hemos perdido
Víveres para aguantar en la mesa electoral | g. s.

Acabada la campaña queda la impresión de que ha sido una de las más pobres en ideas y más tensas en discusiones estériles. Al menos para los electores. Los debates, no solo los de los políticos, se centraron en lo que hace unos años resultaría increíble: En rebatir y negar hechos. Así, por ejemplo, se habló mucho de pensiones, pero para debatir sobre lo que no tiene debate, sobre hechos tan incontrovertibles como qué había votado tal o cuál partido en un determinado momento. Para más, en la era de Google. En cambio, se habló poco del problema, real, de financiación de las pensiones y de qué medidas concretas, por la izquierda o por la derecha, serían las mejores para asegurar su caja. Si observan el resto de la campaña, y del discurso político, con esta óptica, verán un patrón.

La campaña y los debates que nos hemos perdido

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