Se busca piso para compartir

Pasear por la calle y verla empapelada de anuncios para encontrar compañero de piso era lo más normal en cuanto empezaba el verano. Los carteles de fiestas y conciertos compartían espacio con estos reclamos manuscritos en los que los anunciantes tenían que recurrir a sus mejores dotes de vendedores para que fuese su número y no el del cartelito de al lado el que se llevasen los futuros inquilinos. Luego llegaron las redes sociales y el famoso ‘Twitter, haz tu magia’ y ahora lo que parece que sería mágico de verdad es encontrar un inmueble con habitaciones disponibles. Los que hay, al parecer, son pocos y más caros. Y una de dos, o de pronto los propietarios han dejado de arrendar su segunda vivienda o cada vez hay más necesitado de vivir en compañía para poder llegar a fin de mes y los que ya han conseguido su nido con cocina y salón comunes se han hecho fuertes y no tienen intención de arriesgarse a la vida en solitario.  Menos mal que los humanos somos seres sociales...