En Arousa no todo es sol y playa. Que sí, que con este calor el cuerpo pide refrescarse en el mar y descansar sobre una toalla en la arena para desconectar y cargar pilas para afrontar el resto de la semana. Todo eso está muy bien, pero comer hay que comer y en Meis ofrecen la alternativa de un buen plato de callos, eso sí, a la sombra. Y parece que se trata de un plan que no disgusta, de hecho, tras dos años sin celebrarse a causa de la pandemia, la Festa dos Callos volvió a por sus fueros y agotó las más de cinco mil raciones que se sirvieron entre otros tantos comensales, que dieron buena cuenta de los garbanzos entre sudores, animadas sobremesas y algún que otro baile hasta que las digestiones invitan a la modorra.