FUE Ángel Mato en la Navidad del 2021 quien decidió que el Cantón no era el mejor lugar para instalar las atracciones de feria y envió las barracas a la Plaza de España. Lo cierto es que comparar ambos lugares es absurdo. Mientras la alameda y el paseo entre los árboles es una auténtica delicia, cruzar el pórtico de Recimil es como asomarse al abismo. Lo cierto es que hace muchos años que la Plaza de España pide a gritos un repaso. Pero esa no es la cuestión. La duda es si las atracciones están bien donde están, deberían regresar al origen o habría que buscarles otro lugar. Hay debate.