Santiago Abascal está decidido a que Vox cambie de estrategia. Se acabó eso de servir de apoyo tonto a los gobiernos del PP. Así, en aquellos lugares en los que la suma de escaños sea suficiente, pretenderá entrar en el Gobierno. Lo dice de Andalucía, pero antes de que Moreno se decida a convocar comicios por aquellos lares, será Mañueco el que tenga que decidir si cuenta con Vox o si, por el contrario, intenta gobernar en solitario con la escueta nómina de parlamentarios que cuenta. Casado pretendía eso, pero, a estas alturas no está muy claro lo que pinta en toda esta historia el líder del Partido Popular.