Con la investigación por presunta malversación, Ada Colau se libró de acatar el código ético de su partido y dimitir alegando que el asunto quedará en nada, pero con lo que parece el nombramiento a dedo de una asesora del Ayuntamiento le va a tocar al menos, aguantar la bronca de la oposición. Sobre todo, porque esa oposición está avalada por el Comité de Ética y de Conducta del propio Ayuntamiento de Barcelona, que considera que la alcaldesa vulneró las “reglas éticas y democráticas”. A Colau se le empiezan a acumular las explicaciones que tiene que dar. FOTO: COlau suma dos polémicas por prevaricación en un mes | efe