El porqué de un presupuesto

Nos encaminamos al tercer año de mandato municipal, Ferrol sigue con los  presupuestos prorrogados del mandato anterior, se pretendía aprobar los de este año cuando ya casi encendemos las luces de navidad y nada sabemos de los de 2018, que hace meses deberían haber iniciado su tramitación.
Es una falta de respeto a los contribuyentes que no se elaboren, presenten, negocien y debatan en Pleno, anualmente. Es hora de que nuestros representantes municipales, a quienes damos nuestra confianza a través del voto, entiendan que pagamos tasas e impuestos municipales para disfrutar de buenos servicios públicos.
Parece mentira que, a estas alturas, todavía haya políticos que ven el presupuesto como un tema propio de economistas, o mucho peor, como un documento burocrático con escaso valor político. Y lo digo desde el conocimiento de haber escuchado tales razonamientos a no pocos políticos locales.
Pero sólo la técnica presupuestaria es un tema de economistas, porque es a los grupos políticos a quienes  corresponde decidir cómo se va financiar el Concello y en qué se va gastar e invertir el dinero de los vecinos.
Volviendo a la actualidad política ferrolana, no es de recibo que se chantajee, a deshora, con la exclusiva necesidad del presupuesto del 2017 para plasmar un acuerdo laboral, seguro que necesario, pero insuficiente para el ciudadano que no sabe nada de propuestas de mejora de los servicios básicos de limpieza, abastecimiento de agua, transporte, mantenimiento de infraestructuras o de hacer posible unos servicios de dependencia suficientes, entre otros, además de esperar planteamientos de planificación urbanística  y de vivienda, de desarrollo económico e industrial, en educación y cultura, en deportes, en la sostenibilidad medioambiental o en el desarrollo local de las nuevas tecnologías.
Es hora de tomarse en serio la actividad presupuestaria. Los ferrolanos aportamos recursos a través de tasas e impuestos, y poco recibimos a cambio, por eso no estaría de más que el Alcalde presentara los presupuestos de 2018, los negociara y, si no puede llevarlos a buen término, someterse a una moción de confianza ligada a su aprobación. Antes que continuar un año más sin presupuesto, merece la pena que lo intente, aunque le entre el vértigo, para no formar parte del grupo de inconscientes que piensan que el presupuesto es sólo un trámite burocrático.

ramonveloso@ramonveloso.com

El porqué de un presupuesto

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