60 años de Europa

Mañana, 25 de marzo, se cumplen sesenta años de la firma de los Tratados de Roma por Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos que dieron origen a la actual Unión Europea, y los celebramos en un momento crucial para su supervivencia. 
Venimos de tres crisis todavía no resueltas. La crisis del euro, la crisis de los refugiados y la crisis terrorista muestran las debilidades de la Unión. Tenemos una moneda común adoptada por diecinueve de los veintiocho miembros sin una efectiva unión bancaria, fiscal y de política económica. Luego, la reciente dificultad para el acogimiento de expatriados muestra la falta de una autoridad supranacional para resolver las cuestiones de asilo para los que huyen de guerras. Incluso, se llegó a una simbólica arriada de banderas europeas por parte de organizaciones de izquierda como protesta por el acuerdo con Turquía sobre deportación de migrantes. Finalmente, la ola de atentados terroristas se produce en medio de una imperfecta coordinación política exterior y de seguridad. A mayores, el próximo miércoles, la Primera Ministra británica, Theresa May, comunicará al Consejo Europeo la intención de abandonar la Unión Europea activando el artículo 50 del Tratado de Lisboa. Y es consabido el escaso entusiasmo de los socios euroescépticos húngaros o polacos.  
En el último Discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente de la Comisión, Juncker, advirtió de la fragmentación de la Unión y de la necesidad de una “Europa mejor”, mientras Merkel apuesta por una Europa de “círculos concéntricos” para que cada país miembro decida las áreas políticas que quiere compartir como respuesta al Brexit, empezando por la política de defensa, que minaría la noción de una Europa unida y daría la razón a Trump sobre su idea de desintegración política continental.
Ante esta situación, no escatimemos esfuerzos para lograr una Europa de los ciudadanos legitimada por unas instituciones representativas y transparentes que avancen en la unidad política fiscal, monetaria, económica, laboral, de rentas, de solidaridad o exterior. No olvidemos que la actual  Europa es, nada menos, que un proyecto de paz.