Un reconocimiento tardío

El sábado pasado se celebró en Ferrol, con motivo del Día Internacional de las Víctimas del Holocausto, un acto en recuerdo de los que sufrieron la masacre perpetrada en los campos de concentración germanos, destinados a aplicar la llamada “Solución Final”. Es sabido que seis millones de judíos sucumbieron en los ccampos de  Auschwitz-Birkenau, Mauthausen, Dachau o Treblinka. No solo fueron judíos las víctimas, ya que junto a ellos fueron gaseados e incinerados eslavos, gitanos, homosexuales, discapacitados físicos y síquicos, testigos de Jehová y no podemos olvidar a los 10.000 republicanos españoles enviados a los campos de exterminio, entre los cuales se encontraban cerca de dos centenares de gallegos. Hoy en día, continúa vigente el negacionismo del Holocausto, a pesar de la condena judicial de su “apóstol”, el seudohistoriador británico David Irving, Pese a ello, sus fieles seguidores, que abundan en demasía, siguen actuando “erre que erre”. 
Resultó emocionante ver que, durante el acto oficial en el Ayuntamiento ferrolano, fuesen seis jóvenes estudiantes del Institutito “Concepción Arenal” los que encendieron las velas simbólicas y recordatorias de las victimas. Nunca debemos olvidar jamás estos crímenes de lesa humanidad. Es importante que en las aulas de todos los colegios, públicos o privados, se enseñe y se hable acerca de esta lacra, al parecer inextinguible, que significa la ideología fascista, de nuevo imperante, que se va afianzando en los parlamentos europeos. Días atrás, también recibimos una noticia simbólica, no por largos años esperada no menos loable, en la que, ¡al fin!, el Parlamento de Galicia, con mayoría absoluta del Partido Popular, efectuó una declaración institucional, junto con la oposición de izquierdas y de los nacionalistas del Boque, acerca del Día de la Memoria de las Victimas del Holocausto, en la que se reconoce, explícitamente, que el dictadura franquista fue un régimen fascista. Nunca es tarde, puesto que sabemos que, sistemáticamente, los “Populares” se resisten a condenar el Franquismo. Esto es así porque, querámoslo o no, el Partido Popular encuadra entre sus militantes al “Franquismo Sociológico”, constituido por los hijos, nietos o biznietos de los participantes en el propio golpe de estado militar o, posteriormente, en las filas de los combatientes del bando vencedor de la Guerra Civil. Fueron ellos y sus familias los que luego sustentaron el régimen dictatorial y fascista que imperó en España durante cuarenta años. A sus descendientes les cuesta muchísimo reconocer que sus familiares, por acción u omisión, participaron o miraron hacia otro lado en la cruel y sangrienta represión de régimen contra sus enemigos políticos. El lema, al principio de la guerra, era “ni un “rojo” vivo”. Hay documentos escritos que así lo prueban. El sábado pasado se celebró en Mugados el acto de homenaje a la figura de Amada García, fusilada el 27 de enero de 1938, por su compromiso con la democracia y la libertad, con una ofrenda floral. Varias veces, como participante en conferencias o presentaciones de libros, he podido constatar que en Ferrol, resulta casi imposible hablar, de manera rigurosa y desapasionada, sobre la Guerra Civil. Parece que las heridas, después de 80 años, siguen abiertas.
 

Un reconocimiento tardío

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