El “fúrtbol”

Existe una clara vinculación entre el mundo del fútbol, la política y la economía. Los espectáculos públicos vienen  primando, ante las masas, desde los lejanos tiempos del Imperio Romano, y han sido servidos en bandeja a los súbditos y luego a los ciudadanos por la mayoría de los gobiernos o los políticos de todo el mundo para enmascarar determinados problemas sociales, económicos o de ausencia de libertades. Es el conocido “Pan y Circo”  de antaño, que aun  hoy sigue vigente, y que sobre todo está representando en el mundo del Futbol. Es grande la red internacional que enlaza a este importante espectáculo, regido por la omnipotente y omnipresente Federación Internacional de Fútbol, conocida por su acrónimo: la FIFA.
La política, todavía hoy, sigue amparando que el deporte del Balompié, como se le llamó en España a tal deporte, a principios del siglo pasado, se haya convertido en un “bien” de altísimo valor económico. El Fútbol ha pasado a ser un “producto de consumo”, que  mueve miles de millones de euros, tanto en nuestro país como en el resto del mundo. Tan ingentes cantidades de dinero,  presente en instituciones de cualquier índole, suelen devenir en núcleos de corrupción subterránea y sin control por parte de los organismos que debieran fiscalizar la administración de tales fondos generados al amparo del dinero público o privado.
En tanto en cuanto los “tejemanejes” de los corruptos permanecieron en las catacumbas del desconocimiento y no emergieron a la luz pública, las autoridades políticas y deportivas, como mínimo, miraron hacia otro lado o fueron colaboradores necesarios en los corruptelas para que continuase un “statu quo” complice y silencioso. Es ahora cuando el “Villarato”, como se ha dado en llamar a los casi treinta años de dominio de Ángel María Villar y su cuadrilla de afines, al frente de la Federación Española de Futbol, finalmente ha caído en manos de la Justicia, acusados de gravísimos delitos vinculados con la corrupción. Villar y su equipo han cumplido aquello de que “la Corrupción es el poder, más la permanencia en el tiempo, elevada al cuadrado”.  Imputados, detenidos y encarcelados por el juez Pedraz, Villar, su hijo Iñaki y el tesorero Padrón, en unos días pasaron de la cárcel a veranear en sus chalets, tras el pago de una fianza de 300.000 euros. Ángel María Villar, quien, a pesar de su permanencia de casi 30 años al frente del Fútbol, es incapaz de pronunciar su nombre correctamente, y le llama el “Fúrtbol”, no ha dimitido de su cargo, aunque ha cesado cautelarmente al frente de la Federación, en la directiva de misma siguen actuando sus más leales colaboradores, cuyos nombres aparecen en el auto del juez Pedraz, lo que indica hasta donde llega la irregularidad en el mundillo.
La Democracia no ha llegado todavía al mundo del Deporte, y aunque oficialmente las Federaciones deportivas son entidades privadas, lo cierto es que la Ley del Deporte permite actuar a las autoridades si existen claras irregularidades administrativas y contables. Pero todavía en el Deporte siguen imperando el nepotismo, el amiguismo,  el clientelismo o el corporativismo. Tenemos  mecanismos legales para acabar con esto. Háganlo, señores.
 

El “fúrtbol”

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