SEIS CONTRATOS PARA NAVANTIA

La firma del contrato de Navantia con la naviera Ondimar, filial del grupo Ibaizabal, para la construcción de cuatro petroleros, con opciones a dos más, supone un importante balón de oxígeno para los astilleros de la ría de Ferrol, conociéndose ya que las cuatro proas serán construidas en los astilleros de nuestra comarca.   
Se trata del regreso de Navantia al sector civil de la construcción de petroleros, mercado del que fuimos expulsados hace dos décadas por la competencia desleal de los astilleros asiáticos. 
Hoy, una alianza con Daewoo nos permite retomar una actividad en la que está por ver el futuro que pueda tener Navantia y nuestra industria auxiliar. 
En cualquier caso, la principal virtualidad de este contrato es, sin lugar a dudas,  que va a generar una importante carga de trabajo, que viene a sumarse a los pedidos anteriores que se han ido materializando en el último año. 
Al contrato del Flotel de Pemex, en grada y dispuesto para su botadura a final de mes se unen también el BAM encargado por la Armada española a Navantia Ferrol, el contrato de ingeniería y equipamiento de un LHD para la Armada de Turquía, y los dos contratos de eólica marina, el primero para la construcción de 29 jackets para Ibrdrola, y el segundo el de la construcción de 5 superestructuras flotantes para una filial de Statoil para eólica marina en aguas más profundas. 
En definitiva, estamos asistiendo a una nueva etapa, después de la sequía de contratos de la última etapa de gobiernos socialistas. Con mucho esfuerzo, y muy lentamente, Navantia está recuperando la contratación en lo civil, en lo militar, y también en el ámbito de la diversificación industrial a través de la eóica marina. 
Hoy podemos decir que Navantia Fene-Ferrol es más competitivo que hace tres años, y tiene muchas más opciones de futuro que entonces. Un futuro que pasa por consolidar las oportunidades que estos seis nuevos contratos nos reportan.
Seis contratos cerrados en el último año que aún no dan plena ocupación a la plantilla de Navantia y a la industria auxiliar, pero que sí nos llevan a ser optimistas con respecto al  futuro inmediato del naval y de nuestros astilleros.

SEIS CONTRATOS PARA NAVANTIA

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