El espacio, la última frontera

La ciencia ficción es un género que despierta nuestra imaginación, que espolea nuestro interés y que nos lleva a intentar superar los límites de lo que se considera posible. En septiembre de 1966 arrancaba una de las series más emblemáticas de este genero: Star Trek. Han sido cincuenta años acompañando a la tripulación de la nave Enterprise en su misión de investigar el universo. Cincuenta años sirviendo de acicate para científicos e ingenieros del mundo real que buscaban como hacer realidad aquellas cosas que veían en la pantalla. Y así se lo reconoce la mismísima NASA en su página web, rindiéndole homenaje explicando como ha sido fuente de inspiración para muchos de sus investigadores. Se trata de una serie donde el rigor científico se ha intentando mantener siempre como una premisa. No hay ninguna otra serie de ciencia ficción que muestre tanto respeto por la ciencia real. Y esto no lo dice un cualquiera, sino el físico David Allen Batchelor, del Centro Goddard de la NASA. Es cierto que se permiten ciertas licencias fantasiosas que simplemente son imposibles, como los motores de curvatura que permitían a la nave Enterprise viajar por encima de la velocidad de la luz o la teletransportación. Pero otras muchas ideas que se planteaban en la serie se han demostrado como acertadas intuiciones. Por ejemplo la existencia de planetas en otros sistemas solares. Cuando se inició el rodaje, era una idea plausible pero que no se había confirmado. A día de hoy se han descubierto más de 3.500 planetas extrasolares. Sin embargo no fue hasta 1996, treinta años después del primer episodio de Star Trek, que se identificó el primero. El control de la antimateria o los motores de propulsión iónica son otras de las ideas que también empiezan a convertirse en realidad. Aun falta mucho para llegar a los niveles de la serie, pero los primeros pasos muestran que no son sueños irrealizables. La serie también ha sido inspiradora en muchos otros campos. La lucha por la igualdad racial o los derechos de la mujer también subyacen en la trama de esta joya de la ciencia ficción. Unas ideas que han servido de inspiración a personas como Mae Jamison, que en 1992 se convirtió en la primera mujer afroamericana en viajar al espacio y que reconocía que la teniente Uhura había sido un modelo para ella. Por eso y muchas otras razones, hoy más que nunca: ¡larga vida y prosperidad!

El espacio, la última frontera

Te puede interesar