Ahora puede que la cosa vaya en serio

arece ser, bueno por el momento solo parece, que por fin esta vez sí se presentará la candidatura de Ferrol a Patrimonio de la humanidad, en esta ocasión, es decir ahora puede que la cosa vaya en serio. Es que no se durante cuantos años nos vendieron la milonga de la presentación de la candidatura y esta nunca llegó a presentarse ante la Unesco que es quien, a fin de cuentas, decide el nombramiento, bien es cierto que ello fue debido a la desidia de los políticos que durante años evitaron gestionar este cometido imprescindible para la consecución del nombramiento y no como podría pensarse que la no obtención del nombramiento fuese debido a la falta de información sobre el particular ya que existe un completo estudio y análisis efectuado por José A. Rodriguez-Villasante sobre el patrimonio del Ferrol de la ilustración susceptible de presentarse a la candidatura, pero que como queda dicho nunca llegó a materializarse.
Son varios los organismos e instituciones que intervienen en la selección y/o aceptación previa de las candidaturas, entre ellos: El Ayuntamiento, la Real Academia Gallega de Bellas Artes, la Xunta de Galicia, el Consejo del Patrimonio Histórico Español y el Ministerio de Cultura que es quien, en última instancia, presentará la propuesta ante la Unesco. Para la candidatura del año 2018, la propuesta de los ferrolanos, tendrá que vérselas con la que, con la misma intención, será presentada por la Ribera Sacra para que sus viñedos, y todo lo que les rodea –infraestructura, peculiaridades, localización, etc.– sean reconocidos como Patrimonio de la Humanidad. En principio perece que la competencia no será muy dura, pero no hay que fiarse. 
Existe, pues la conozco ya que la vi con mis propios ojos, información doctorada y suficientemente documentada sobre el patrimonio ferrolano susceptible de ser presentada a concurso, requisito indispensable hasta ahora no cumplido, para poder ganar la tan ansiado reconocimiento. El problema, además de la falta de concurrencia a las distintas convocatorias de años anteriores, puede que venga dado por la diversidad de nuestra propuesta a la candidatura y otras complejidades inherentes a la misma, que en mi opinión, no hacen sino dificultar el pretendido reconocimiento. La propuesta ferrolana es tal y tan amplia que personalmente dudo que ello no sea contraproducente en vez de beneficioso para conseguir el tan ansiado mérito.
 El Arsenal y los castillos de la ría son por sí mismos un patrimonio merecedor del reconocimiento pretendido, pero el estudio y las propuestas realizadas, tanto en ocasiones anteriores como en el actual proyecto, es mucho más amplio y ambicioso y a mi modo de ver esto puede que en vez de ser beneficioso nos perjudique de cara al posible nombramiento. 
La infraestructura defensiva de la ría con sus baterías de costa cuyo estado de conservación es bastante precario si exceptuamos la de San Carlos y la de Punta Viñas, esta ultima cambiada de ubicación –piedra a piedra– por la Autoridad Portuaria, el barrio de la Magdalena, el Cuartel de Dolores, y cantidad de elementos que integran el conjunto que por sí mismos tiene un valor reseñable (diques, foso del Arsenal, muelles) y son también todos ellos susceptibles de merecer este reconocimiento. 
 La propuesta ferrolana es tal y tan amplia que personalmente dudo que ello no sea contraproducente en vez de beneficioso para conseguir el tan ansiado mérito, pero entiendo que este no es el único inconveniente; quizás se debieran centrar esfuerzos y presentar cualesquiera de estos posibles “candidatos” como un bien único y reconocible, ya que méritos no le faltan a cualquiera de ellos. Hay un condicionante, creo yo, que puede dar al traste con la merecida pretensión nuestra, ya que entiendo que las limitaciones existentes, por tratarse de una zona militar, para el disfrute de estos monumentos está limitada por este hecho en sí mismo. Pretender que se nombre Patrimonio de la Humanidad algo que a la “humanidad” le está restringido visitar, parece un tanto incongruente.
Los castillos de la ría deberían ser por si solos un patrimonio suficiente para lograr tan ansiado título, su estado de conservación, aunque mejorable es aceptable, por su valor arquitectónico, por su historia y por su situación geográfica meritos tienen. Que el Castillo de la Palma sea de titularidad privada puede ser un inconveniente, como también puede serlo que, aunque se están efectuando actuaciones varias por parte del Concello de Ferrol, la próxima actuación se hará próximamente en la Casa del Gobernador, el estado actual de conservación del Castillo de San Felipe no sea la más indicada para efectuar la solicitud en este momento si no se hace considerándolos como parte de un todo formado por los Castillos y el Arsenal.
Según información de la edil de Patrimonio del Concello de Ferrol, Rosa Méndez, el dosier de la candidatura será presentado el próximo Enero-2018, para tratar de conseguir el merecido reconocimiento para el año 2019. Con el permiso de la candidatura de la Ribera Sacra, en sana competencia con la nuestra, posiblemente el “Ferrol de la Ilustración” logre en esta ocasión el tan ansiado reconocimiento.

Ahora puede que la cosa vaya en serio

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