Otra en la frente

Nueva bofetada a las clases medias y populares. Una más en la larga lista de ignominias sufridas durante la extenuante crisis económica que parece no tener fin a pesar de la auto propaganda gubernamental. El Banco Popular, que desde hace años viene dando síntomas de una gestión nefasta y cuya muerte anunciada no fue atendida por las autoridades de control, vuelve a causar un revés, en algunos casos irremediable, a muchos ciudadanos, en concreto a todos los accionistas que han perdido el cien por cien de sus inversiones. Es obvio que los inversores institucionales o las grandes corporaciones no sufrirán un quebranto importante, porque sus reservas permiten asumir la pérdida y porque sus equipos de estudio ya habían descontado el desenlace. Pero los pequeños inversores, los clientes de toda la vida, han sufrido un duro golpe. Muchos han perdido sus ahorros o gran parte de ellos, y nadie saldrá en su rescate. El Banco Santander ha adquirido los despojos por un euro y se hace con una gran cartera de clientes. Negocio redondeo a costa de los de siempre.
 

Otra en la frente

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