La chica de ayer

Ayer fue noticia que una chica en minifalda se paseó por cierto paraje turístico en Arabia Saudí. Inmediatamente los centros de poder de aquél estado feudal se pusieron en marcha para localizar y castigar semejante ofensa a las buenas costumbres del país. La represión a los derechos de la mujer se hicieron sin disimulo y sin que la opinión pública mundial se escandalizara al nivel de otros conflictos o situaciones como los de Venezuela o Corea del Norte. T
ampoco en España. El país que nos compra fragatas o contrata el tren a la Meca tiene carta blanca para pisotear sin el menor rubor los derechos humanos básicos de la mitad de la población. Su odiosa política de discriminación, vejaciones y falta de garantías judiciales se pasa por alto a cambio de contrapartidas económicas. Ya lo dijo Clint Eastwood: todo tiene un precio.

La chica de ayer

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