Cuando el dinero vuela

El capitalismo triunfante y a mucha honra que diría Marhuenda, va dejando de cuando en vez, regueros dramáticos de su perversión. Enfermos que no pueden pagar sus medicamentos convertidos éstos en puro negocio, chavales que no pueden estudiar por falta de recursos económicos, desempleados que asisten atónitos al cierre de empresas que luego se reabren en lugares remotos donde se esclaviza a la mano de obra, etc. Y el último ejemplo, el de un avión que, al parecer, volaba con la cantidad justa de combustible y que no hizo escalas para ahorrarse los costes, estirando el beneficio hasta el mismo límite con el que se puso en riesgo la vida de los pasajeros y tripulantes, límite que en este caso se traspasó originando una catástrofe de 71 vidas truncadas. Cuando alguien calcula que en un avión se sube dinero y no vidas humanas, y lo hace sin contrapeso alguno que ponga cordura a la codicia ciega e irracional, el capitalismo salvaje triunfante nos muestra abiertamente su verdadera cara.