Periodismo y poder

A los políticos no les suelen gustar los periodistas. En realidad confunden el periodismo con propaganda. Creen que los periodistas debemos alabarles y hacerles la ola y si no es así te empiezan a mirar como enemigo.
La mayoría de los políticos suelen disimular su incomodidad con los periodistas pero otros no disimulan que los periodistas les sobran cuando no se a vienen a ser sus propagandistas.
Donald Trump es un ejemplo claro de lo que digo. El presidente de Estados Unidos ha declarado su animadversión profunda a los medios de comunicación hasta el punto que parece dispuesto a suprimir incluso las conferencias de prensa en la Casa Blanca.
Pero no solo Trump, si no que son muchos los políticos a los que les cuesta encajar las críticas y sobre todo creen que si las cosas les van mal es por culpa de los periodistas a los que suelen acusar de no informar como deben, es decir que no se dedican a ser sus propagandistas.
Y precisamente en nuestro país el último político en manifestar su malestar con los medios de comunicación ha sido Pedro Sánchez.
Hace unos días, durante la presentación en Madrid de su programa, se negó a responder preguntas de los periodistas que cubrían el acto, no solo los esquivó sino que incluso se mostró despectivo al negarse siquiera a pararse. En mi opinión, Pedro Sánchez no solo cometió un error inesperado, si no que ese error le retrata.
Pedro Sánchez lleva meses esquivando encuentros con la prensa. El que acusaba a Mariano Rajoy de escaquearse de los medios, resulta que hace exactamente lo mismo.
Sí, es público y notorio que Rajoy no se siente cómodo con los periodistas, pero Sánchez tampoco.
Y es que ya digo que hay políticos que se sienten “incomprendidos” y “maltratados” por la prensa y a lo que parece Sánchez forma parte de ese club.
A nadie le gusta que le critiquen o que se desmenuce cuanto hace y dice, y a ese escrutinio de los medios de comunicación están sometidos permanente los políticos. Solo que dedicarse a la política es algo voluntario por tanto el que lo hace sabe que está sometido al escrutinio constante de la opinión pública.
Y eso sí, creo que los periodistas deberíamos de dejar de cubrir actos donde los políticos se niegan a responder preguntas. Si no quieren responder preguntas entonces que manden un comunicado de lo que quieren decir pero que no utilicen a los periodistas de comparsas.
No hay democracia sin periodismo libre y por tanto crítico.
Qué tiempos estos en que hay que recordar lo obvio.

Periodismo y poder

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