Esperando al presidente

Si hay un país en el que las vísperas de la llegada de Trump a la Casa Blanca están dando pie a todo tipo de cábalas es México. Todo son conjeturas acerca de qué puede pasar y qué pueden esperar los mexicanos del nuevo presidente de EEUU sabidas las amenazas y barbaridades lanzadas contra los emigrantes, en general, y los mexicanos, en particular. Se preguntan en qué quedará la anunciada deportación de quienes entraron ilegalmente en el país y si llevará a termino la cacareada construcción del muro. 
Trump es imprevisible. No tiene experiencia política y hasta ahora lo que hizo fue proclamar sus prejuicios. O los de sus nuevos colaboradores. Algunos de ellos señalados por sus ideas racistas y xenófobas. Trump cargó contra el Nafta (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), firmado entre EEUU Canadá y México, que establece una zona de comercio libre con un coste reducido en el intercambio de bienes entre los tres países. A pesar de que el dólar es la única moneda que rige los intercambios y eso coloca al peso en situación ancilar, para la economía mexicana sería un golpe muy duro la liquidación del acuerdo. 
Todo lo que rodea la llegada de Trump es incertidumbre. Otro tanto sucede en orden a las relaciones con Cuba que son parte del legado de Obama. Trump concretó su amenaza de liquidar el acuerdo: “Si Cuba no se muestra dispuesta a ofrecer un mejor acuerdo para los cubanos, los cubanoamericanos y para el pueblo estadounidense en general”. Los optimistas confían en que la condición de empresario le lleve a moderar sus posiciones optando por soluciones guiadas por el pragmatismo. Quizá sea mucho esperar. 

Esperando al presidente

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