Timbres cromáticos

Sensacional expectación compartida en la inauguración en la “Galería de Arte Erion” de la exposición “Timbres Cromáticos” de Rafael Úbeda, el “Kandinsky gallego”, maestro del expresionismo musical, capaz de recrear en sus lienzos un mundo impregnado en música en el que traduce a través del color y la forma “repertorios melódicos inagotables, calientes, expansivos y orquestales”, como apuntaba el académico Francisco Pablos sobre esta pintura de contrapuntos expresivos enternecidos con la presencia de los personajes, “tiernas criaturas” compuestas y descompuestas hasta adquirir vida inusitada en cada particular gesto, definitivo en su expresión, tratados con excepcional ternura en actual consonancia armónica. Marcelino González Martín presentó al célebre pintor recorriendo con ágil y certera palabra aspectos de una apasionante biografía tanto en el orden académico como en el humano, llena de singulares experiencias: Desde los primeros tiempos en el rastro madrileño al “Gran Premio de Roma”, de la vida en el camerino de un teatro a las exposiciones con Karel Appel y Miró, desde su primer viaje desde la Pontevedra natal en una furgoneta de pescado a la realización del “Gran Mural en Nazaret de Galilea” o como representante de la pintura española contemporánea en los museos de Moscú, Leningrado, Estrasburgo… Sobrados méritos que hoy se reconocen a Rafael Úbeda y que no hacen mella en su juvenil ilusión, su frescura, su trabajo permanente con el que obtiene una consistente y elaborada técnica y un trato abierto y sincero que le convierte en entrañable amigo. Auténtico, verdadero, personal, inconfundible. Así es Rafael y así es su obra. Era difícil añadir más música en toda aquella sinestesia, algo que hizo posible Clara Groba con su cello y los compases de un Bach y las melodías de Enric Casal. Desde Ferrol nos hacemos eco de esta noticia.

Timbres cromáticos

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