Puñalada trapera

la define el Diccionario de la RAE, como: “Herida, lesión o desgarrón grande, hechos con un puñal o algo semejante. En su segunda acepción la califica de: “Traición, jugarreta, mala pasada”.
Respecto a Trapera/ro, dice: “Persona que tiene por oficio recoger trapos de desecho para comerciar con ellos. Persona que compra y vende trapos y otros objetos usados. Persona que, por su cuenta, retira a domicilio basuras y desechos”. En Andalucía sirve para nombrar a los pañeros.
Respecto a estos dice el diccionario: “Persona que vende paños. En relación a los paños, dice: “Tela de lana muy tupida y con pelo tanto más corto cuanto más fino es el tejido. Tela de diversas clases de hilos. Trozo de tela cuadrado o rectangular que se emplea en la cocina para secar la vajilla o para cualquier otro uso. Mancha oscura que varía el color natural del cuerpo, especialmente del rostro. Excrecencia membranosa que desde el ángulo interno del ojo se extiende a la córnea, interrumpiendo la vista. Accidente que disminuye el brillo o la transparencia de algunas cosas. Enlucido o capa de yeso, estuco, que se da a las paredes. Decoloración pruriginosa de la piel producida por un hongo”.
Todo eso se dice de las puñaladas, trapos y traperos. Pero, en estos días, Trapero está de moda por ser el mayor de los Mossos, del que, en estas horas de navajas de esa mala índole, no son pocos los que desconfían de su paño y le ven maneras del oficio”.

Puñalada trapera

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