Qué tropa, colegas

Ahora, después de rompernos el “coco” con aquello de que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, nos cuentan desde el PSOE que vale cualquier gobierno antes de no tener ninguno. ¿Cualquiera…? Y el “número” de la abstención lo quieren colar con este argumento: la decisión –de poner la alfombra a Rajoy– es de la ejecutiva y no de los militantes. Curioso, cuando en el reglamento del partido al secretario general sí tienen que elegirlo los militantes… 
Por su parte, Mariano, el aspirante, reconoce “que no podrá aplicar su programa electoral”. ¿Qué pensarán los suyos, los que le votaron? Unos y otros lo tienen claro: el asunto es seguir ahí, cobrando del presupuesto y es que si el PSOE rompe sus compromisos (“no es no”) y el PP va a dirigir la vida de los españoles haciendo lo contrario de lo que prometía ¿no es una tomadura de pelo? 
Es, colegas, la mejor demostración de lo escrito antes: van a lo suyo y les importan una mierda sus votantes y militantes. Y mientras tanto el rey –que está muy preocupado por nuestro desencanto y pesimismo – acaba hoy la ronda de una partida que ya se había jugado antes entre tahúres con las cartas marcadas y el resultado final pactado. Todos contentos: PP, PSOE y el Borbón. Y por lo visto hasta la fecha el Ibex 35, la troika y los poderes fácticos. 
Ya está todo consumado y, por si hacía falta algún dato, recuerden las promesas de González Pons, en las vísperas: Ahora toca pagar. Ser generosos con los partidos que lo sean con nosotros. ¿De qué hablamos? De un chollo, de un coche o de una televisión de plasma, que son artículos intercambiados en la Gurtel madrileña a cambio de favores y trapicheos. Esperemos que no sea con dinero “B”.
Por su parte, el PSOE no cambió ni una coma en su discurso: lo hacemos por el bien de España, aunque sus propios militantes y muchos ciudadanos creen que otro mandato para Rajoy es todo menos bueno. Los politólogos aseguran que el precio de esta operación “ayudemos al soldado Mariano” le pude costar un 20% de sus votos actuales y otros opinantes –¿más cínicos?– piensan que se trata de defender las habichuelas. Seguir, los que están, cobrando otra temporada más. 
Y así estamos: socialistas ante la sede Ferraz, división dentro y asombro en general. Con el PP en el gobierno apoyado por C’s y con un Senado con mayoría, el asunto pinta mal. Para nosotros, claro. Para la ciudadanía.

Qué tropa, colegas

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