El PSOE, en el diván

En uno de sus chistes-editoriales El Roto “pinta” la bola del mundo y escribe: “¡Para cambio climático, el de la política. Las izquierdas se derriten…!”
Y es que mientras en el PSOE discuten si galgos o podencos, IU propone al Gobierno “garantizar un suministro mínimo de agua y luz gratis a familias sin ingresos” y una reforma fiscal, más justa, para financiar el plan. Podemos, aliado con IU, añade a esas peticiones lo que en Finlandia ya se estrena como prueba: un sueldo, para todos aquellos que viven en la indigencia. Eso con la dación en pago; más dinero para sanidad y educación, parecen medidas con un claro matiz de izquierdas. 
Pues bien para el PSOE el problema es disputar con los otros sectores aquí nombrados, el liderazgo de la oposición. Pero eso es imposible si, a la vez, apoyan propuestas del PP o rechazan iniciativas de Unidos Podemos.
Y el problema no es el camino recorrido hasta aquí –con puyas e insultos a los rivales y desprecio a las minorías–, sino lo que pueda pasar de ahora en adelante: Europa pide más recortes y proclama que subirá el nivel de deuda, siendo España el único país de Europa que sobrepasará un 3%. 
Ya sabemos que él “milagro económico” se sustenta en los bajos salarios y empleos precarios y nos enteramos de que el ocho por ciento en Barcelona y el 10% en Madrid, de los indigentes que acuden a comedores sociales, son personas con empleo. Ya hay, pues, trabajadores que no ganan para comer. 
Tal vez este no sea un trabajo para la socialdemocracia, perdedora en la mayor parte de nuestro mapa común por aliarse con las distintas derechas que campan a placer, pero si es chocante su afán de tirar (la piedra) sus principios y (esconder) alargar la mano para recoger los beneficios que su traición les depare. 
Para unos, la izquierda es adoptar la vieja fórmula de más Estado y menos mercado y para otros la defensa de las minorías; la igualdad, la salvaguarda, en primer lugar de los servicios sociales. Los hay que creen que la social democracia nació para matar –políticamente, claro– a los rojos. Y en eso, buscando el norte, está el PSOE y, como escribió Raúl del Pozo, sigue la doctrina de “el enemigo es Podemos, aunque el rival esté en Moncloa”. Y ese es un problema para resolver en el diván. O consultando a sus bases.

El PSOE, en el diván

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