De colores

Que ha dicho “o noso presidente”, en una entrevista que publicó “El Mundo”, que todos los partidos se beneficiaron de “las zonas grises para pagar facturas en campaña electorales”. Les traduzco: las zonas grises son las que recogen el dinero negro que luego, y en una caja B o en una carpeta azul con gomitas, se trae de acá para allá y se pagan autobuses, pulpo y tarta de Santiago. 
Y lo dicen y ni se ponen colorados. Son estos señores unos pájaros de cuentas… Pero, eso sí, ellos no saben de cuentas y por eso nos endilgan todos los cuentos: “Yo no sé, no me consta” que dice Rajoy cuando le preguntan por sobresueldos, cajas de puros y prendas de vestir… “Estaba medicada y no sabía lo que decía”, que declaró aquella edil valenciana, después de contar a media España (televisión por medio) los secretos del “pitufeo” y cómo se hacían con el dinero negro para llenar las plazas de toros… O la señora del jaguar en el garaje o la gran esperanza blanca (Espe Aguirre) que ni sabía ni conocía ni le explicaron nada desde los tiempos del ”tamayazo” hasta acabar con un estanque lleno de ranas…
El presidente del PP gallego, apadrinado en su carrera por Romay Beccaría, delfín de Fraga, compañero de Crespo, número dos de la Gürtel, que confesó en la tele que venía a Galicia con millones en carpetitas azules con gomitas y otros tantos más, que nos acordaríamos ustedes y yo si repasamos las crónicas de tribunales, ahora confiesan que en los partidos “había zonas grises” donde había billetes verdes. Vale, ya lo sabíamos, pero ahora ya tenemos la confirmación. 
Y, volvemos al asunto, lo curioso es que durante años gobernaron –y ahí siguen– unos señores que no se enteraban de lo que pasaba a su alrededor como, por ejemplo, el señor Marhuenda, uno de los peones que tiene Rajoy para que se ocupe de su defensa en las tertulias, que después de veintitantos años en un despacho “pegado” al de Rajoy nunca oyó, vio, le contaron; leyó los periódicos, escuchó las radios, ponía la tele, de lo que pasaba a su alrededor. ¡Y eso que es un fino periodista...! 
Y por aquí tampoco la tropa de Fraga sabía nada, pues sus “coroneles” al señor que transportaba el dinero desde Madrid le dieron acomodo en la Junta de Obras del Puerto cobrando un pastón aunque, decían, iba poco por allí… Lo dicho colegas: gris, negro, verde… y nada de colorado. 

De colores

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