Universalización de derechos

El tiempo ha dejado claro que el mercado es un sistema que se muestra incapaz de garantizar la universalización del derecho a una vivienda digna. A pesar de que la vivienda es una necesidad de primer orden, sobre la que se asientan un conjunto de derechos fundamentales en las sociedades modernas, en España no existe universalización en el derecho a una vivienda digna. Mientras que en la educación y la salud prima el esquema de la universalización, en la vivienda no lo hace y la intervención que se realizó hasta el momento ha sido dirigida a utilizar las potencialidades del sector de la construcción como generador de actividad productiva.
Aunque parezca lo contrario, lo cierto es que la vivienda constituye una base sobre la que se sustentan el resto de derechos de forma semejante a lo que puede ser el trabajo, la salud o la educación. La vivienda es un requisito fundamental para que el resto de los derechos se puedan desarrollar con normalidad. Hasta el momento nuestros gobernantes parecen no haber tenido en cuenta esta circunstancia al dejar todo en manos del mercado.
En España, el mercado es la base sobre la que se construye el sistema de provisión residencial, de tal manera que cualquier persona que desee una vivienda tiene que recurrir de forma mayoritaria al mercado residencial. No obstante, en el caso de la salud y la educación el mercado ya existe, pero actúa de forma complementaria, una vez que se ha asegurado que todas las personas accedan a estos derechos. En este sentido es la propia sociedad, a través de sus instituciones, la que los garantiza. Ahora, la vivienda es la asignatura pendiente.

Universalización de derechos

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