Un, dos, tres

Rajoy trata el asunto independentista catalán como la transacción con una puta fina que no quiere ir contigo: Ofrecerle dinero por encima de su tarifa. Concretamente, seis mil quinientos once millones de euros, hasta 2025. Dinero que no es suyo. Dejando aparte el lógico agravio comparativo a distintas Comunidades Autónomas, emplea dinero que es de todos y ofrece como garantía “lo mejor que tenemos”. ¿Se refiere al dinero, su “ilimitada capacidad de diálogo”, o habla de sus joyitas? El primer caso es el más fácil de solucionar: Pasta para comprar adhesiones del capital, no de los ciudadanos, y a ver por donde suena la gaita. El segundo es patente: La capacidad de diálogo de Rajoy se reduce a la aplicación de la Constitución por vía enteral, parenteral, intramuscular, oral, o rectal, sin paliativos. Y el tercero me la trae al pairo: Si Rajoy pone lo mejor que tiene, sus joyitas, por mí cono si se las pica un pollo. 

Un, dos, tres

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