La nueva sede judicial

Pese a la duración de las obras que se llevaron a cabo en la extinta Fábrica de Tabacos de la Palloza, para acondicionarla para que albergue la nueva sede de justicia en A Coruña y después de haber sido abiertas sus puertas a los coruñeses para que pudiesen comprobar el alcance de las reformas, el Ayuntamiento aún acaba de dar la licencia de primera ocupación para poner en marcha las oficinas que albergará esta sede de justicia en la Palloza.
La Xunta de Galicia a finales del mes de abril pidió al Ayuntamiento una mayor agilidad y cooperación para su apertura en la antigua y remodelada sede de la que en su día fue la Fábrica de Tabacos y anteriormente edificio de los Correos de Indias. Pero la celeridad municipal no se vislumbró por ningún lado, al carecer de algunos permisos municipales, la estancia de esta reluciente obra no se pudo abrir al público.
Los responsables de su ocupación administrativa solicitaron el permiso de ocupación, pero el Ayuntamiento lejos de colaborar, todavía solicitó más documentación a la Xunta de Galicia.
Lo curioso del caso es que esta fue requerida por correo ordinario, cuando la Xunta hizo su solicitud por sede electrónica, en realidad se trata de entorpecer la diligencia de los trámites burocráticos y llevarlos más allá de lo posible, cuando el propio municipio recomienda usar los medios electrónicos para sus comunicados y resoluciones. Está visto que cada cual va como quiere y su respuesta es la demora persistente en todo el movimiento municipal.
Un caso parecido aconteció en 1934, cuando el Ayuntamiento se negaba a dar licencia a la Casilla de Sanidad Exterior por no tener licencia de obras y el gobernador obligó al Municipio a concederla, porque las obras del Estado no requerían de esa formalidad y en pocos meses dicha casilla quedó abierta al público.
Desconozco si eso es aplicable a este caso para evitar las demoras en que se vio la apertura de la nueva sede judicial, pero los trastornos fueron palpables para todo el mundo.
Lo que resulta irrisorio es que se ejecute un cuantioso gasto en obras y luego se busquen excusas peregrinas para poder abrir un edificio tan emblemático como la extinta Fábrica de Tabacos, convertida en sede judicial de A Coruña.
Todo ello pendiente de un tecnicismo burocrático y unas tasas que la Marea municipal exigió para que se hiciese efectiva, pero tampoco indicó qué tipo de tasas ni por qué no se agilizaba el trámite en cuestión.
Si no huno preocupación por parte de la Marea en que se abriera esta nueva sede de forma inmediata, todavía tendrá menos interés en reformar los tres mil metros cuadrados que pertenecen al municipio y que no saben qué hacer con ellos, cuando en ese espacio cabría un Archivo Histórico Municipal, porque donde está se queda pequeño. Y la ciudad paralizada por inacción.

La nueva sede judicial

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