Falta de entendimiento

No sabemos si es precisamente la falta de entendimiento el origen de los problemas que arrastra la ciudad coruñesa y sobre todo que vayan en aumento, de modo que conforme pasan los días el Ayuntamiento parece que ni está ni se le espera. Sus concejales y alcalde se hallan inmersos en limbos alejados de la realidad, con lo que los temas se almacenan sin posibilidad de lograr una solución. Es como una continuidad a la sin razón de no hacer nada por ocio o placer en una metrópoli en la que todo son quejas. No hay nadie capaz de aportar soluciones, que, a su vez, es lo que todo el mundo espera que se haga en algún momento.
La ciudad marcha descompasada, así lo ha decidido un grupo de señores y señoras, que fueron elegidos para gobernar una ciudad cosmopolita y no se sabe nada de nada. La ausencia de respuestas congruentes a las demandas de los ciudadanos aguardan tiempos mejores por su total falta de interés.
Así, entre muchos asuntos, la ciudad tiene un transporte urbano que deja mucho que desear, ni está contenta la compañía, ni tampoco los usuarios. Pese a ser una pequeña ciudad, es la que dispone de más rutas por habitante, pero estas están como están y no como deberían estar. Así que nadie está contento.
La Xunta se queja de que el Ayuntamiento no desea que se hagan las obras necesarias para los coruñeses, ante determinadas negativas en diversos asuntos de vital importancia, como poner en marcha la segunda fase de la implantación de los buses de cercanías, el ambulatorio tan manido de la Falperra y que tanta falta hace, el Ofimático, que está prácticamente parado y así un sin fin de obras y servicios, que están sin abordar y a los que se dan largas de manera sistemática, sin soluciones para el ciudadano, el cual quiere las obras, no que le pongan trabas.
Por si esto fuese poco, que no lo es, a la corporación se le acumulan los problemas del personal. Este no está conforme con los postulados de la Marea y, por tanto, no se fía. De modo que el 092 inicia movilizaciones para exigir el pago de las nóminas atrasadas, cuyo importe no se hizo público, pero debe ser una jugosa cantidad.
En definitiva, conviene fijarse más en los ayuntamientos limítrofes para ver lo que en ellos se hace en beneficio de sus ciudadanos y observar lo que no se hace en la ciudad coruñesa, la cual tampoco es el ombligo del área metropolitana. Simplemente una ciudad de servicios venida a menos, a mucho menos de lo que alguno piensa. Solo hace falta mirar alrededor y comparar lo que otros van haciendo y lo que aquí se dejó de hacer, que es mucho. Esto se logra solo con el inmovilismo que los concejales y alcalde de La Coruña llevan a cuestas. Una cosa es predicar y otra dar trigo; lo primero no convence y lo último no aparece por ningún lado. Claro, así nos va, peor es posible si no hay remedio que lo bendiga para beneficio de los coruñeses.

Falta de entendimiento

Te puede interesar