¿Sabemos o no sabemos?

Allá por 1995 un grupo musical llamado Ketama, publicó un disco que fue un éxito y decía: “No estamos locos, sabemos lo que queremos”. Viene esto a cuento porque con el lío que ha montado el independentismo catalán parece que todos estamos perdiendo la capacidad de análisis sobre la realidad. Si decimos que España es de los españoles puede parecer una obviedad y, sin embargo, es necesario recordarlo porque es la verdad y lo que proponen los separatistas es acabar con esa propiedad compartida para que unos pocos decidan sobre lo que es de todos.
Cataluña es una región de España con sus peculiaridades, como tienen también otras regiones, enriquecidas por su cultura y su lengua y todo el conjunto conforma esa realidad que es España, cuya propiedad es indivisible porque una cosa es tener historia y otra inventársela. Decir que en el pleistoceno Cataluña era un reino es mentir. Si hubo un reino fue la Corona de Aragón, a la que pertenecía el Condado de Barcelona y esta es la verdad histórica que no coincide con la Historia que desde hace 40 años enseñan a los niños catalanes.
No es la primera vez que asilvestrados políticos catalanes conspiran para acabar con España, pero es tal la ignorancia que demuestran que algunos balcones catalanes cuelgan banderas esteladas acompañadas por las republicanas, olvidando el golpe que los independentistas le dieron a la República, similar al que hoy pretenden darle a la democracia. El Govern acabó entre rejas, no en la época de Franco, sino en la República de Alcalá Zamora. Pero para conocer esto hay que leer y esta es una tarea a la que no parecen dispuestos lo secesionistas catalanes.
Es preocupante porque no se puede uno imaginar tanta ignorancia en las filas golpistas y cabe pensar que no es desconocimiento sino manipulación el argumentario que construyen para envolver en papel democrático lo que es un golpe de Estado. Y frente a estos el Estado reacciona y lo hace aplicando la Constitución y las leyes que nos otorgan a todos los mismos derechos y toda la soberanía sobre nuestra nación. Es indignante oír a Puigdemont decir que el Estado “cruza todas las líneas rojas para evitar un referéndum ilegal”. Quien ha cruzado todas las líneas rojas son ellos, los golpistas que pretenden robarle a todos los españoles lo que es suyo.
Y en ese alocado viaje han encontrado el apoyo de los de Podemos que no podían faltar a cualquier follón al que se puedan colar. Aquella filosofía social del 15-M ha sido traicionada y utilizada por los podemitas para echar más leña al fuego de la hoguera en la que se pretende quemar la Historia, el presente y el futuro de nuestra querida y tantas veces maltratada España. Pero en este aquelarre hay unos actores que no hemos dicho nuestra última palabra: los españoles, que sabemos lo que queremos y lo que no. Sabemos que queremos progreso en libertad, democracia en igualdad y solidaridad para avanzar juntos hacia un futuro que les debemos a nuestros hijos. Claro tenemos también lo que no queremos; iluminados ególatras que con los dos pies puestos en el anarquismo están dispuestos a acabar con nuestra convivencia pacífica y democrática a costa de lo que haga falta y esto no lo vamos a tolerar.

¿Sabemos o no sabemos?

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