El sobrinísimo tropieza en el inicio de su sueño

gonzalo Caballero, el sobrinísimo, quiere imitar al amado líder y anuncia que se va a echar a las corredoiras –ahora les llaman estradas– y protagonizar un bolo aquí y otro allá para promocionar su candidatura a la secretaría general de los socialistas enxebres. Como Galicia tiene el tamaño que tiene podrá volver todas las noches a dormir a Vigo, así que no necesitará meter en la maleta unas mallas para echar una carrerita cada mañana y fotografiarse en plan modelo de Decathlon. Podrá sudar por Castrelos. Se le ve con ganas –tantas como las que le tiene su tío, el todopoderoso Caballero, don Abel, de que se estrelle–, pero ha tomado la salida con el pie cambiado, pues ha proclamado que lleva veinte años en el PSdeG y que todos lo conocen. Ese es precisamente su problema, que todos lo conocen y muy bien por cierto.

El sobrinísimo tropieza en el inicio de su sueño

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