La otra revolución de Vigo

ANDAN revolucionados en Vigo y no solo porque Orellana mandase a “cagar” a Berizzo, quien quizá sufra graves problemas de estreñimiento, porque su reacción fue echar al jugador del Celta, sino porque un oso que decoró la Puerta del Sol durante las navidades ha desplazado al dinoseto del corazón de los vigueses. El plantígrado se ha convertido en una auténtica atracción y se han formado largas colas para hacerse fotos con él; tal es el amor que le profesan los ciudadanos que el todopoderoso Caballero, don Abel, ha decidido que todavía permanezca una temporada en su emplazamiento. Habrá que empezar a pensar en diseñar un ososeto.

La otra revolución de Vigo

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