Sequía

hasta que algún urbanita abra el grifo y no salga agua, no saldrá por la tele y la noticia, que ya es, será noticia. Pero la sequía ya es y sus efectos son ya desastrosos. Las cosechas de cereal han sido pésimas. En algunos lugares hasta se segó en verde y para forraje, en lo que se ha recogido el grano es escaso y vano. No paga por hectárea ni el coste de la cosechadora. Donde el año pasado daba a cuatro mil kilos raspa los mil y no llega este año. Esa es una primera consecuencia de la falta de lluvias en una primavera en la que no ha caído una gota. Las tormentas veraniegas han traído más agua que en los tres meses anteriores donde se supone que debe llover. Pero este agua ha sido tardía y en muchas ocasiones mortífera, pues las granizadas han sido demoledoras para lo que quedaba de cosecha de secano y letales para el otros cultivos. Vamos que agricolamente hablando este año es un ruina sin paliativos.
Pero la sequía va, además, por abajo, es más profunda y empezará a enseñar su más terrible cara de ahora en adelante. El nivel de los pantanos es muy bajo. Los del centro de la Península están escuálidos. El trasvase Tajo-Segura se ha paralizado porque no queda en reserva el mínimo legal exigible. O sea, y para que nos entendamos, porque la cabecera del Tajo da pena verla. Y como ésta la mayoría. Las reservas de agua están disminuyendo de manera acelerada. Por lo general no habrá problemas de abastecimiento, aunque en algunas zonas sí los tendrán en agosto. Por ahora. Porque si persiste la escasez de lluvia y las temperaturas extremas vamos de verdad a sufrirlo. Y lo dicho, cuando un urbanita no pueda un día ducharse en casa es cuando se montará la parda.
Otro año con este potente déficit hídrico, y esto suelen ser ciclos y parecemos haber entrado en uno, y el agua, su escasez, volverá a rebrotar como el problema que nos negamos a resolver en España y que lejos de aplicarnos en ir a mejor nos hemos empeñado en ir a peor y en hacer el idiota. Por hacer el presunto progre el tándem Zapatero-Narbona, esta de vuelta y más talibán que nunca, hicieron añicos la idea arraigada de que “el auga era un bien común de todos los españoles” y dio alas al más rancio aldeanismo de griterío y campanario de que el “otro” venía a robarnos nuestra agua. Para arreglarlo iban a desalar el mar. Eso nos dijeron. Lo que hicieron fue despilfarrar dinero y dejarnos peor de lo que estábamos.
Verán como en nada volvemos a hablar de ello. Y no porque truene en este caso, sino porque no cae gota y el problema volverá a ser la noticia que siempre ha sido y que no solo se oculta sino que no parece posible arreglar, ya que siempre la cama redonda entre fanatismos seudoecológicos, nacionalismos tribales, antojeras ideológicas y oportunismos partidistas se llevarán por delante al sentido común y a la evidencia de los hechos. Vamos que ahora aquel ministro de la República, el socialista don Indalencio Prieto, autor del Plan Hidrólogico Nacional. Espera tú que lo pillen los de Podemos. Un franquista de tomo y lomo. O es que acaso no hizo Franco una ristra de pantanos que había propuesto. Habrá que encausarle y juzgarle sumarisimamente y si el pobre tiene por algún sitio una calle habrá que quitársela de inmediato.

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