Pedro se acerca a Susana

Un poco errático es el personaje, y eso no me lo negarán ustedes. Como decía cierto cronista deportivo, al que le parecía poco el giro de 180 grados en la oposición de cierto jerarca federativo, Pedro Sánchez ha dado un giro de 360 grados.
Me explico:
Cuando era secretario general del PSOE calificaba de populista a Podemos. Poco después de su caída, en noviembre (“Salvados”, Jordi Evole) confesó haberse equivocado al calificar de ese modo a los seguidores de Iglesias, mientras apostaba por una “unidad de acción” con otras fuerzas progresistas, en inequívoca referencia a Podemos. Y ahora reprueba la moción de censura de Pablo Manuel Iglesias contra Rajoy y vuelve a abominar de la izquierda mochilera porque, viene a decir, el PSOE perdería autonomía si se acercase a ellos.
O sea, vuelta al ruedo para llegar a donde estaba cuando ocupaba el trono de Ferraz. Giro de 360 grados y retorno a la posición inicial. En el vigente contexto de pugna por la secretaría general del partido, mire usted por donde, significa acercamiento a las tesis de Susana Díaz, que nunca dejó de expresar su aversión a Podemos y a su intención depredadora del PSOE, a fin de quedarse con su legado.
Este golpe de timón desmiente, o rectifica, la condición de “rojo”, aireada hasta la saciedad por sus seguidores durante estas últimas semanas. Ya no habla de trabajar “codo con codo” con Podemos. En este sentido vuelve a ser tan centrado como cuando selló un pacto con Ciudadanos ante su malograda investidura como presidente del Gobierno.
Pero también desmiente la condición de “plurinacional” que pregonaba hasta hace cinco minutos, para volver a ser el jacobino que envolvía sus mítines en una enorme bandera nacional. Ahora resulta que sus recientes alusiones a la “nación de naciones” que es España solo tenían un alcance cultural. Nada de nación como fuente de soberanía. Y olvídense de que hace apenas quince días Sánchez se declaraba partidario de que la Constitución reconozca el “carácter plurinacional de España”.
Ya solo falta que resuelva su duda sobre las verdaderas causas de que Mariano Rajoy siga en el poder. A veces, la culpa la tiene Podemos porque gracias a ellos “el amigo de Bárcenas sigue en Moncloa”. Y a veces, bastantes veces, demasiadas veces, sigue diciendo con evidente mala fe que la culpa fue de los diputados socialistas que, por orden de la comisión gestora se abstuvieron en la sesión de investidura.

Pedro se acerca a Susana

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