ILUSIÓN Y DEGUSTACIÓN

Desde el mesón se puede observar la torre de la Iglesia superando la cima de la  arboleda que cubre de sombra a los breves senderos empedrados que conducen a la avenida de Esteiro. Esteiro es un espacio abierto de luces y sombras. Un lugar de partida hacia otros territorios. Pero también es una zona de entrada a este Ferrol que aguarda ilusionado a un libertador que lo libere de este encierro entre una desatinada muralla y una sigilosa montaña. Donde las temperaturas oscilan entre los fríos y húmedos inviernos y los calurosos veranos.
En los estíos esta piel de toro se cubre de multiformes y coloridos festejos de danzas y degustaciones. Y Esteiro no se queda a la zaga en celebraciones. Este sábado, día dos, habrá una cata de rioja.
El buen bebedor disfruta del olor y el sabor del trago corto. Si se bebe, lo prudente es no conducir. La vida vale mucho más que unas horas de juerga.