Los enfermeros que trataron el ébola son “repudiados” por sus familias y por sus compañeros

El presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, denunció ayer que enfermeros del hospital Carlos III que atendieron a pacientes con ébola están siendo “repudiados” por sus compañeros y familiares, incluso por sus propios padres.

Así lo manifestó González Jurado en rueda de prensa para informar de las conclusiones de la Cumbre Mundial “Enfermería ante el ébola”, que se clausuró ayer en Madrid, y en la que los enfermeros expusieron sus experiencias, muchas de ellas “desgarradoras”.

Según González Jurado, algunos de los enfermeros contaron que “ni sus propios padres quieren que vayan a sus domicilios” y también narraron que sus compañeros se alejaban de ellos en los vestuarios.

generalizado

Ese repudio, dijo, no se produce en casos aislados, sino que es generalizado, según se desprende de los testimonios de doce enfermeros que atendieron a pacientes con ébola en el Carlos III. “Todos ellos han sufrido el rechazo” tanto en el entorno laboral como familiar.

“Es terrible la estigmatización”, denunció el presidente de los enfermeros, que lo achaca al desconocimiento y a la falta de información suficiente y ha considerado que va a pasar “un tiempo para que esto cambie”.

También David Benton, director general del Consejo Internacional de Enfermeras, incidió en que para evitar el estigma lo más importante es contar con información basada en hechos.

pleno del congreso

Mientras, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, acusó al socialista Antonio Hernando de aprovechar “las desgracias ajenas” para “sacar rentabilidad política” en relación a la crisis sanitaria generada en España por el virus del ébola.

Sáenz de Santamaría se pronunció de esta manera en la sesión de control al Gobierno del Congreso, en respuesta a una pregunta del portavoz parlamentario socialista, quien expuso un informe del Consejo General de Enfermería que concluye que los sanitarios no recibieron ni información, ni formación acordes para atender a los enfermos.

“Estamos ante un problema grave y largo y a mí no me duelen prendas en decirle que seguiremos trabajando y aprendiendo; de lo que no voy a aprender, señor Hernando, es de cómo se sube usted a esta Cámara aprovechando las desgracias ajenas para sacar rentabilidad política, de eso no voy a aprender nunca”, replicó. n