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miércoles | 24 abril | 2024
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, propuso ayer a la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, hija de inmigrantes indios y con escasa experiencia internacional, como próxima embajadora ante la ONU, en sustitución de la actual representante, Samantha Power.
Trump destacó que Haley, de 44 años, ha sido capaz de “unir a las personas independientemente de su filiación política”, por el bien de Carolina del Sur y de todo el país. Además, alabó su capacidad negociadora y subrayó que “será una gran líder”.
Haley no tiene experiencia internacional, pero el equipo del mandatario electo aseguró que, durante su mandato como gobernadora, “ha viajado al extranjero para negociar con empresas”. “Como gobernadora, ha liderado siete misiones comerciales y ha atraído empleo e inversiones”, añadieron.
Haley confirmó, por su parte, que acepta el encargo de Trump, a falta ahora de que el Senado valide su nombramiento –los republicanos tienen mayoría en la Cámara Alta–. La gobernadora aclaró que seguirá en su actual cargo hasta que el Senado dé la luz verde definitiva.
La elección de Haley parece destinada a contrarrestar la mala imagen de Trump hacia los inmigrantes y otras minorías, así como las acusaciones de machismo. La gobernadora respaldó a los rivales de Trump en primarias, pero el mes pasado confirmó que votaría por el magnate neoyorquino.
Además, Trump escogió como futura secretaria de Educación a la activista Betsy DeVos, una millonaria defensora de los centros concertados y de un programa de ayudas para que estudiantes con bajas rentas puedan asistir a escuelas privadas.
El equipo de transición confirmó la elección de DeVos, descrita como “una defensora de la educación brillante y apasionada”. En su currículum también figura la Presidencia del Partido Republicano en Michigan.
DeVos dijo sentirse “honrada” por este nombramiento y por la posibilidad de trabajar junto a Trump para “hacer que la educación estadounidense sea grande de nuevo”. “El statu quo no es aceptable”, subrayó.
Con este nombramiento, el mandatario electo reafirmaría su compromiso con la libre elección de centro e incorporaría a la Administración a una representante de una destacada familia de donantes de Michigan, un estado potencialmente clave en batallas electorales.
Mientras, Ben Carson fue designado como futuro secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, a pesar de que él mismo se descartó para el Gobierno, según informo el equipo del exprecandidato republicano a “Wall Street Journal”.
El portavoz de Carson, Armstrong Williams, contó que Trump le ha propuesto el cargo y el neurocirujano lo ha aceptado, dando así por segura esta incorporación a la nueva Administración.
Carson ya había sugerido horas antes que podría formar parte del Gobierno. “Después de serias discusiones con el equipo de transición de Trump, creo que puedo hacer una contribución significativa, concretamente en hacer que nuestras ciudades sean mejor para todos”, escribió en Facebook.
Su nombre sonó para la Secretaría de Sanidad y Servicios Sociales, pero él mismo se encargó de zanjar los rumores. “No cree que esa sea la mejor forma de servir al presidente electo”, apuntó entonces Williams. “La vida no le ha preparado para ser parte del Gobierno”, añadió.
Carson apenas tiene experiencia política. Su única tentativa ha sido la precandidatura presidencial lanzada este año. “Es una persona con talento que adora a la gente”, defendió Trump, con quien fraguó una amistad tras abandonar la carrera hacia la Casa Blanca.
Por otro lado, dentro de los contactos del presidente electo con otros líderes mundiales, Trump y el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, mantuvieron ayer una primera conversación telefónica en la que hablaron de refugiados, economía y seguridad. n
