El asesino de Múnich atrajo a sus víctimas prometiendo comida gratis en el local donde inició el tiroteo

El asesino de Múnich atrajo a sus víctimas prometiendo comida gratis en el local donde inició el tiroteo
Police stand guard outside the Olympia shopping mall, where yesterday's shooting rampage started, in Munich, Germany July 23, 2016. REUTERS/Arnd Wiegmann

El autor del ataque de Múnich, Ali David Sonboly, entró en una cuenta de Facebook hackeando la contraseña para prometer comida gratis a cualquiera que se presentase en la hamburguesería McDonald’s escenario del crimen a las 16.00 horas. 

La Policía cree que era un entorno que conocía bien, pero no empezó a disparar hasta dos horas después de la cita. La mayoría de las víctimas eran adolescentes, cinco de ellos de menos de 16 años, tres de menos de 20 años y una mujer de 45 años. 

La Policía alemana descartó que el tiroteo cometido el viernes en Múnich guarde relación con el grupo terrorista Estado Islámico o con la reciente ola migratoria, pero parecía tener una obsesión con los “actos de locura”. 

El responsable de la Policía de Múnich, Hubertus Andrae, confirmó que un único tirador de 18 años causó nueve muertos y 27 heridos, de los cuales diez están graves. Sonboy era hijo de refugiados afganos que llegaron a Alemania en la década de 1990. Durante el registro de la casa de la familia, la Policía encontró recortes de tiroteos y un libro sobre tiroteos en centros educativos estadounidenses titulado “Por qué matan los menores: dentro de la mente de los pistoleros de escuela”. “Estaba obsesionado con los tiroteos”, explicó Andrae, y también parecía interesado en el ultraderechista Anders Breivik, responsable del asesinato de 77 jóvenes durante un acto de las juventudes del partido socialista noruego justo cinco años antes del ataque de Sonboly. 

Un compañero de Sonboly aseguró que este tenía como perfil en su cuenta de WhatsApp una imagen de Breivik. 

Las autoridades confirmaron que se había informado “mucho” sobre otros “actos de locura” que implicaron tiroteos indiscriminados. Los investigadores tienen también que analizar “abundante” material informático incautado, aunque por el momento descartaron alusiones al Estado Islámico o los refugiados. Esperan conocer más datos de los interrogatorios a personas de su entorno y analizan también el pasado médico del joven, que habría recibido tratamiento psiquiátrico. Respecto al arma utilizada, la Policía y la Fiscalía explicaron que se trata de una pistola de calibre 9 milímetros con el número de serie borrado, por lo que se duda de su legalidad. El portador, además, no tenía permiso de armas, según los primeros datos.

Las fuerzas de seguridad llegaron a desplegar 2.300 efectivos en el momento álgido de alerta y ayer por la mañana alrededor de 800 seguían patrullando la capital bávara, que poco a poco comienza a volver a la normalidad. Los servicios de emergencia recibieron durante la noche más de 4.300 llamadas.

La Policía informó de que un grupo de policías de paisano llegó a disparar contra el tirador en la zona del aparcamiento del centro comercial poco después de que comenzase el ataque, pero no lograron alcanzarle. Finalmente, el joven se quitó la vida con un disparo en la cabeza a un kilómetro de distancia. 

Las inmediaciones del restaurante y el centro comercial donde se produjeron los hechos continuaban clausurados ayer a la espera de que avancen las investigaciones.

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