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jueves | 18 abril | 2024
La madre de Andrea, la niña de 12 años con una enfermedad neurodegenerativa irreversible, Estela Ordóñez, confirmó ayer que “se empezó a cumplir la voluntad” de su hija de “no seguir sufriendo”. “Como bien dije ayer, esta sería una semana delicada y puedo ya asegurarlo. Se empezó a cumplir la voluntad de mi hija, no seguir sufriendo”, afirmó a través de su Facebook Estela Ordóñez después de que el equipo médico del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) accediese a retirar la alimentación artificial a la menor al empeorar su estado.
Además, la madre de Andrea señala que le “tranquiliza mucho” que “el juez y el forense, junto con otros profesionales”, “decidieran no cerrar el caso y tener un seguimiento exhaustivo de que se cumple lo dicho por el hospital”.
“Con respecto a la justicia me siento muy respaldada, algo importantísimo psicológicamente para poder acompañar a mi princesa en sus últimos días o semanas”, manifiesta.
También agradece en su Facebook la “divulgación, comprensión, apoyo y cariño” en este caso. “Es triste tener que haber llegado a esta situación, de verme en la tesitura de luchar hasta en la despedida de ella, después de tantos años intentando hacer lo mejor posible para que su vida fuera lo más feliz posible”, apunta. “No me arrepiento de mi actuación”, subraya Estela Ordóñez “si eso ayudó a no fallar” a su hija “y luchar por sus derechos y que estos se comenzasen a cumplir”. “Muchísimas gracias desde lo más profundo de mi alma”, concluye Ordóñez.
Mientras, la plataforma Derecho a Vivir, que reclama que no se acelere ni provoque la muerte de Andrea, denunció que el Gobierno gallego no ha dotado a los hospitales de los recursos necesarios para poner en práctica la ley de derechos y garantías de los enfermos terminales de Galicia aprobada el pasado mes de junio por el Parlamento autonómico.
La portavoz de Derecho a Vivir, Gádor Joya, considera que el caso de Andrea ha arrojado luz sobre la “inutilidad” de esta ley –que establece la aplicación de cuidados paliativos con igualdad y dignidad a los enfermos que lo necesiten–, “al carecer de presupuesto y medios”.
Por su parte, la Asociación Española de Abogados Cristianos lanzó ayer una petición pública en la plataforma Change.org dirigida al jefe de Pediatría del Hospital Universitario de Santiago, el doctor José María Martiñón, para pedirle que “no retire la alimentación” a Andrea, y avisaron de que, si no lo hacen, “en última instancia” les denunciarán. En todo caso, también matizaron que por el momento apoyan a los médicos.
Por otro lado, la sección gallega de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) se mostró “contenta” porque el “calvario de Andrea acabase”, al tiempo que reclamó un “debate social” para poder “morir con dignidad” en el país.
El presidente de la Comisión de Ética y Deontología del Colegio de Médicos de A Coruña, Fernando Márquez, manifestó que ve “acertada” la decisión del equipo médico del CHUS de retirar la alimentación artificial a Andrea, al tiempo que reivindicó una “vía de arbitraje profesional vinculante” para casos similares. Márquez valoró que la decisión de retirar la alimentación artificial a Andrea va “en beneficio de la paciente, que es lo principal” para no prolongar una situación “innecesaria”.
No obstante, reconoció que “hubiera sido deseable que llegara antes” este acuerdo del equipo médico con los padres de la niña, después de los progenitores reclamasen una muerte digna para su hija de doce años. “Es una gran noticia para la pequeña”, abundó.
Al respecto del caso de esta familia, el doctor Márquez manifestó que “abre una vía de reflexión y toma de decisiones”.
