Felipe VI entrega en Marín los despachos a los 196 nuevos oficiales de la Armada

Felipe VI entrega en Marín los despachos a los 196 nuevos oficiales de la Armada
El rey saludó a ocho comandantes que dirigieron el buque-escuela durante sus 90 años de historia | efe/salvador sas

El rey Felipe VI presidió ayer, coincidiendo con la celebración de la festividad del Día del Carmen, patrona de la Armada española, el acto en la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra) de la jura de bandera de 67 alumnos de primer año y la entrega de Reales Despachos a 196 nuevos oficiales de la Armada que, con ello, finalizan su formación.

En la explanada de la Escuela Naval Militar, el monarca, acompañado por la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, pasó revista al batallón de alumnos y saludó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices; el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva; y la alcaldesa de Marín, María Ramallo.

Acto seguido, se rindió homenaje a los que dieron su vida por España, con la interpretación de la canción “La muerte no es el final” y una ofrenda a los caídos, tras lo que hubo una descarga de fusilería y se tomó juramento o promesa de fidelidad a la bandera a los 67 alumnos de primer curso –ocho de ellos mujeres–, quienes fueron llamados uno a uno para besar la bandera. A continuación, se entregaron los Reales Despachos a los 196 nuevos oficiales –41 de ellos mujeres–, y después el rey impuso condecoraciones a los alumnos número uno de cada promoción. Mientras, el presidente de la Xunta entregó un sable al alférez de navío número uno de la promoción del Cuerpo General de la Escala de Oficiales.

Una vez que el arzobispo Castrense de España rezó una Oración de Acción de Gracias, y el comandante-director del Centro ofreció su discurso, la ministra de Defensa impuso la Cruz del Mérito Naval al director del Centro Universitario de la Defensa, José María Pousada Carballo, y finalmente se interpretó el himno de la Armada y se desarrolló el desfile militar. Al romper filas, los alumnos lanzaron sus gorras al aire, y después, junto al rey, se trasladaron al casino de alumnos “Almirante Bonifaz”. El acto, en el que no estuvo presente la reina, ha transcurrido con puntualidad y sin incidentes, con la única salvedad de que uno de los miembros de la banda sufrió un desvanecimiento por efectos del calor.

Estancia en el barco-escuela

Antes de participar en el acto de jura de bandera y entrega de Reales Despachos, el rey, acompañado de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y el almirante jefe de Estado Mayor de la Armada, el almirante general Teodoro Esteban López Calderón, acudió al buque escuela “Juan Sebastián Elcano”, que este año celebra el 90 aniversario desde su botadura. Allí, saludó a los excomandantes –un total de ocho– y a una representación de la dotación del buque, y a continuación se dirigió a la Cámara del Comandante para firmar en el libro de honor. Después, fue despedido con honores a cargo de un piquete de guardia militar.

El comandante-director del Centro, en su discurso, puso en valor que el rey haya acudido a la Escuela Naval de Marín dos veces en menos de dos meses, después de que el pasado 2 de junio presidiese con don Juan Carlos el acto central conmemorativo del 300 aniversario de la creación de la Compañía de Guardias Marinas, antecesora de la actual Escuela Naval Militar. Además, durante su intervención, recordó que Felipe VI estuvo embarcado en el buque escuela. “Os habrá traído numerosos recuerdos de vuestra estancia como guardamarina”, apuntó, tras lo que exhortó a los nuevos alumnos a cumplir “fielmente el compromiso adquirido”.

Dirigiéndose a los nuevos oficiales, reconoció que llegar a su graduación “no ha sido fácil”, si bien manifestó que “todo lo que merece la pena en la vida exige esfuerzo y sacrificio”. A renglón seguido, les animó a preguntarse cómo pueden ser “un buen oficial”, y les trasladó que “el secreto del éxito, personal y profesional, es la actitud”. “La mala actitud es como una rueda pinchada, no puedes ir a ningún lado hasta que la cambies; y con buena actitud, positiva, se podrá lograr casi todo lo que se proponga”, destacó, antes de añadir que la actitud “es algo que cada uno puede elegir en cada momento”.

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