Feijóo se enfrenta con los líderes de En Marea y el BNG por la gestión del fuego

Feijóo se enfrenta con los líderes de En Marea y el BNG por la gestión del fuego

La sesión de control al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, empezó ayer con un minuto de silencio en el hemiciclo gallego en homenaje a las víctimas mortales de los incendios y acabó en una bronca que enfrentó al jefe del Ejecutivo con los líderes de En Marea y el BNG.

Protagonista fuer también el portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, quien denunció la “alteración de facto” del orden del día del pleno, tras permitir el presidente del Parlamento, Miguel Santalices, que la nacionalista Ana Pontón centrase su pregunta en los incendios –Feijóo replicó sobre el mismo asunto– y no en la deslocalización empresarial.

Tras la protesta de Leiceaga, Santalices intentó evitar que Luís Villares (En Marea) siguiese los pasos de la nacionalista, con quien admitió haber cometido “un error”, y tras subrayar que Feijóo ya había anunciado su intención de comparecer en la Cámara, le instó a centrarse en la reforma sanitaria. Villares acusó después al PP de “amordazar” a su grupo.

Pero, aunque la tormenta política arreció con las quejas por la gestión del pleno, el tono bronco se hizo sentir en el hemiciclo desde la primera pregunta, cuando Pontón reprobó la gestión de la Xunta. Censuró la “manipulación informativa” y el “despido de casi 1.000 trabajadores de extinción”.Si Pontón echó en cara a Feijóo su gestión, este le replicó afeándole que no condenase “el terrorismo incendiario”, aludió a las condiciones meteorológicas “extremas” y defendió que “en ningún caso el problema fueron los medios” porque “nunca en un mes de octubre hubo tantos”. “Yo dije que nos podía pasar lo de Portugal, pero estaba convencido de que lo impediría el servicio de extinción”, rememoró, antes de censurar los bulos sobre los fuegos.

“Allá cada uno con su conciencia, pero le pido que no se apunte a ese todo, sea un poco seria y no frivolice con el dolor de los gallegos”, instó Feijóo, quien, entre gritos de “¡año 2006!” de la oposición por su actitud cuando gobernaba el bipartito, proclamó que “nunca” diría que un partido “está detrás” de los fuegos. Feijóo, quien avisó de que no permitirá que “nadie desuna al pueblo gallego”, aludió a las marchas de “nunca máis lumes”, sugiriendo su politización.

Pontón le garantizó que el BNG “nunca” utilizará a las víctimas de los incendios para “hacer campaña”. Con todo, insistió en censurar su gestión, muy crítica en que “por un poco de dinero” se haya permitido llegar a una situación que acabará teniendo un coste con daños económicos y humanos “desoladores”.

Pero si la confrontación con Pontón había sido tensa, el momento más bronco del pleno llegó cuando Luís Villares quiso también preguntar a Feijóo sobre incendios y Santalices intentó evitarlo interrumpiéndole reiteradamente, mientras el portavoz de En Marea aseguraba que tras la argumentación de su pregunta, en la que denunció la “incapacidad” de la Xunta y se preguntó qué habría pasado de no empezar a llover, acabaría preguntando por Sanidad.

Santalices reconoció haber cometido “un error” con Pontón y para que este no fuera “continuado”, le pidió reconducir su pregunta, aunque Feijóo después respondió sobre incendios, lo que desbocó las críticas desde las bancadas de la oposición. El presidente, quien criticó que Villares “pregunte donde estuvo el domingo”, desveló que llamó por teléfono a los líderes de la oposición y que pudo “localizar” al líder de En Marea “a la una de la mañana”.

“Se puede hacer oposición y ser un poco de persona. Se puede hacer oposición y condenar a los incendiarios terroristas. Si a usted le llega un incendiario acusado por la Guardia Civil y la Policía en su antiguo oficio de juez, ¿qué va a decir? ¿Que el culpable es el PP o el incendiario que tiene delante?”, preguntó el presidente.

Posteriormente, Villares explicó que él quería exigir intensificar los servicios sanitarios, un programa especial de ayudas, un plan de choque ambiental, el cambio del modelo forestal, la activación inmediata del “mando único de emergencias” y que se “restaure la dignidad de los servicios públicos de información”. Y es que, remarcó, él no tiene “la culpa” de que Feijóo “perdiese el control durante doce horas”.

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