Toda una ciudad a la expectativa

Toda una ciudad a la expectativa
Inauguración local Arraigo

La norma implícita por la cual la ciudad, en las últimas décadas, cambia de signo político cada cuatro años se ha vuelto a cumplir. Si en 2011 el resultado había reflejado un mandato claro, mayoría absoluta del Partido Popular, se configura ahora una nueva coalición con hasta tres fuerzas en el futuro gobierno local. Representantes de distintos sectores de la ciudad están, como el resto de la población, pendientes de cómo se vayan a resolver los pactos postelectorales y se retoman las rutinas ya con la nueva corporación. Ferrol tiene un sinfín de asuntos pendientes y la reclamaciones se harán a los nuevos igual que se hacían a los viejos.
Cristóbal García Nores, de la Asociación de Comerciantes del Centro de Ferrol (ACOF), felicita a quienes han ganado y pide “que si va a haber un pacto sea de estabilidad, con un proyecto fuerte, y no empezar con problemas enseguida”. La ciudad “necesita estabilidad, crear empleo y seguir en marcha”. Lo que reclaman los comerciantes es precisamente que se actúe para reducir el paro y también para fijar población, dando “flexibilidad a la normativa urbanística en el centro” y poniendo en marcha la regulación de aparcamiento en superficie que comenzó el gobierno anterior. Para los comerciantes es “muy importante” que pueda haber rotación en las plazas de estacionamiento.
Desde el Ateneo Ferrolán, una asociación de relevancia dentro del mundo cultural y abiertamente enfrentada al anterior gobierno del PP, el posible relevo “valorámolo, en principio, como positivo”, asegura su presidente, Eliseo Fernández. Tras la rehabilitación de su sede su espacio se redujo y además el Concello se negó a hacerse cargo de los gastos de guardamuebles, por lo que la entidad no dispone de su patrimonio y está además en una complicada situación económica. “En principio parece que se abre unha porta para a solución dese problema”. Respecto a todo el movimiento cultural, Fernández dice que “non pedimos axuda pero si diálogo, participación e colaboración, que sexan capaces de que o sector cultural tamén contribúa á recuperación da cidade”.
Para Ignacio Naveiras, portavoz del comité de empresa de Navantia en la ría, “o resultado das eleccións foi o que os cidadáns quixeron, e nós imos seguir pedindo o mesmo, o que pedimos ó PP, que en vez de agochar a ineficacia e a falta de vontade política por ser do seu partido, que pelexara para unhas condicións laborais dignas e carga de traballo”. Naveiras asegura que “os sindicatos que forman o comité de empresa levan no seu ADN a defensa do público, da educación, de empresas como a nosa que aportan riqueza” y, en ese sentido, un posible gobierno de izquierdas, “mellora todas esas cuestións”.
Desde Arraigo –una asociación que atiende diariamente a medio centenar de personas en situación de exclusión tanto por no tener techo como porque sus pensiones no les permiten cubrir las necesidades básicas– ven un gobierno de izquierdas, “a priori, positivo para la gente con la que trabajo”, explica David Sixto. “Eso no quita que del gobierno actual también hayamos recibido ayuda y de hecho nos acaban de ceder un local que estamos acondicionando”. Piden “más inversión a nivel social y políticas de bienestar, que son prioritarias, y que apoyen a las entidades que trabajan con todo tipo de colectivos”, añade Sixto.

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