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lunes | 20 mayo | 2024
Fue con una banda sonora, la del Rey León, cuando sintió por primera vez un escalofrío con la música. Tenía 8 años y acababa de cruzar las puertas de Disneyland París. “Mi padre había fallecido y mi madre decidió llevarme allí para dar un poco de luz a aquel momento oscuro”. Ahora, es ella la que crea música. Para largometrajes, cortos, orquestas... y todo lo que le surja relacionado con el arte que ama.
Su primer proyecto, para la película “Elisa y Marcela”, de la consagrada directora Isabel Coixet, le dio alas para volar alto y le abrió nuevas puertas en el sector. El pasado martes, la compositora ferrolana Sofía Oriana Infante grababa en el conservatorio Xan Viaño la parte acústica de la banda sonora de la película “Justicia Artificial”, un thriller político dirigido por Simón Casal y protagonizado por Verónica Echegui, Alberto Ammann, Tamar Novas y Alba Galocha.
El film se sitúa en un futuro cercano que plantea el dilema moral entre mente humana frente a la Inteligencia Artificial, tan de actualidad, en el ámbito de la administración de justicia. La música tenía que ser capaz te transmitir la tensión, misterio y acción propios de este tipo de tramas y en ello se volcó la compositora.
A partir de un violonchelo (tocado por Juanjo Díez), piano y música electrónica nacen las melodías de la película. Unos cincuenta minutos de música en 28 piezas diferentes para acompañar a los protagonistas y al propio desarrollo de la historia. El resultado: “una banda sonora que tiene un sello origina; sutil y atmosférica”, destaca la compositora.
Sofía Oriana vuelve a coincidir en este proyecto, su segundo largometraje, con la productora ferrolana Chelo Loureiro, ganadora de tres Goyas. Su firma Abano forma parte de esta coproducción junto a Tornasol Media, Ukbar Films y Justicia Artificial AIE. También figura, en este caso como parte del elenco, la atriz Paula Morado, natural de la ciudad naval.
Talento local en un nuevo proyecto cinematográfico rodado íntegramente en Galicia, con varias localizaciones en Ferrol. “Hai equipo de Ferrol e tamén talento de Ferrol”, destaca la directora de “Valentina”. La actriz Paula Morado completa la representación de la ciudad en este proyecto.
Dice de Sofía que “sei que vai chegar a onde ela queira”. Esta, a su vez, sostiene que “si es por soñar, no me corto; hay que tirar a lo más alto que se pueda, pero es un camino en el que hay que ir paso a paso”.
Todavía recuerda con absoluta emoción el primero que daba, hace unos cinco años, junto a Coixet. “Para mí es alucinante tener una peli con ella. Era mi primera película y que fuese con ella me dio muchísimas fuerzas para apuntar a lo más alto”, confiesa. Este trabajo le dio una gran proyección y a partir de ahí fueron surgiendo diferentes proyectos, entre muchos otros el corto “Sandwich Cat”, dirigido por David Fidalgo y con música de Sofía, que se alzó con el premio Mestre Mateo al mejor cortometraje de animación.
En esa misma gala, Chelo Loureiro formaba parte de las dos candidaturas que optaban al mejor largometraje de animación: “Unicorn Wars”, de Alberto Vázquez –que finalmente se llevaría el premio–, como parte de la producción ejecutiva, y “Valentina”, su ópera prima como directora. Sobre su mesa siguen cayendo nuevos proyectos y así, dice, es imposible jubilarse.
“Tanto é así que incluso estou dirixindo eu unha curtametraxe de animación. Titúlase ‘Yo voy conmigo’ e é para nenos e nenas. A música vai estar baseada na obra “Para Elisa” de Beethoven pero vai ser unha adaptación que nos vai facer Nani García”, avanza la ferrolana. Y hay más. Porque este año, señala orgullosa, espera poder estrenar a película de animación “El sueño de la sultana”, de Isabel Herguera. “É unha pasada, é a película coa que levo traballando máis tempo, catorce anos”, apunta.
Con “Justicia Artificial” espera poder llegar, como con todos sus proyectos, al mayor número de espectadores posible.
“A película comeza cunha presidenta que convoca un referendo sobre a dixitalización da xustiza. Eu creo que iso vai vir, estou convencida, por iso quixen facer esta película; creo que a intelixencia artificial vai chegar a todos os campos e penso que é moi perigoso que chegue a algúns, como é neste aspecto. Creo que o guion é fantástico; é unha película moi chula e espero que poida ter vida en festivais”, añade.
Sobre Inteligencia Artificial, en este caso relacionada con la música, ha profundizado mucho, precisamente, Sofía Oriana Infante, a través de la tesis presentada el pasado año en la Universidad de Oviedo, donde estudió el grado profesional, especializándose en composición.
Luego cursaría dos másteres, uno de Educación, para poder ejercer docencia, y otro en Londres, centrado en la Composición para cine, televisión y videojuegos. Fue allí, a través del contacto con compañeros procedentes de múltiples países, cuando se empezó a fijar en las herramientas de softwar que utilizaban para componer.
“Cuado volví a España, con el dinero que había ahorrado, porque mientras estuve estudiando en Londres también estuve trabajando para poder costearme mi estancia, me compré todo el material que necesitaba para componer y empecé a darme cuenta de que el software está preparado para que cualquiera, rápidamente, pueda hacer buenas cosas”. Su curiosidad sobre los procesos de automatización en el software musica la condujo hacia el tema de la inteligencia artificial.
Empezó a recopilar bibliografía, cientos da artículos y consideró que era un tema propicio para elaborar su tesis. Cuando la empezó, dice, “todo el mundo me decía que la Inteligencia Artificial no se metería en las artes pero ya se está viendo que hay inteligencias artificiales que componen solas y a un nivel que, en muchos casos, puede ser indiferenciable al ser humano por lo menos en una fase de aprendizaje; la IA compone música fácil. Esto es una amenaza para muchos sectores pero también es una dosis de realidad”, asevera.
Sobre los efectos de la introducción de la IA en el proceso creativo musical hablaba recientemente en la charla ofrecida en la Real Academia Galega de Belas Artes una profesional que, preguntada sobre las cualidades que cree debe tener un compositor o compositora, señala “infinita sensibilidad, empatía y habilidad instrumental”.
