Los peligros de estar conectados con un solo click

Los peligros de estar conectados con un solo click
07 agosto 2013 página 40 / 29 diciembre 2014 página 21 / 11 agosto 2016 página 40 SAO PAULO (BRASIL), 30/04/13.- Una joven utiliza hoy, martes 30 de abril de 2013, su teléfono móvil en una calle de Sao Paulo (Brasil). La

El hecho de tener un teléfono, tableta o incluso relojes con acceso a Internet ya no es nada nuevo hoy en día. Pero esta accesibilidad no siempre repercute en hechos positivos, ya que son muchos los peligros que conlleva el hecho de estar conectado y es bueno pararse a pensar antes de actuar en la red.
El despacho de abogados online Antabogados –ubicado en el Centro Boule de la calle Españoleto– nace, precisamente, con esa idea: la de concienciar y asesorar sobre la importancia de actuar con cabeza a la hora de usar Internet. “De momento estamos empezando muy poco a poco, pero sí que tenemos ya las típicas consultas de alguien a quien un perfil en Facebook le está mandando mensajes y no sabe quién es, u otra persona a la que le entraron en el correo electrónico y mandaron emails sin su consentimiento... Cosas que muchas veces no denuncias porque no sabes a dónde acudir o simplemente por vergüenza”, explica una de las fundadoras del bufete, María Anidos. 
Antabogados ofrece servicios de derecho clásico –laboral, penal, civil...–, con el añadido de la parte tecnológica, que está más orientada a la prevención y formación, para evitar llegar a la defensa jurídica de siempre. “Tengo la referencia de Víctor Salgado, un abogado de Coruña  especializado desde sus inicios en Derecho Informático y Comunitario; cuando empecé en esto fui a hablar con él y le pregunté qué hacían realmente en cuanto a nuevas tecnologías y le pedí por favor que cuando hiciesen algún juicio me avisara, pero me dijo que iban a muy pocos, porque ellos no son los bomberos, sino los que previenen el fuego. Y es un poco lo que busco”, destaca Anidos. 
Su trabajo está orientado a particulares y Pymes, ya que “las grandes empresas cuentan con despachos que se encargan de todo esto”, afirma. En este sentido, su función es orientar a los negocios para que sepan “lo que pueden hacer y lo que no a través de una especie de auditorías y evitar que sean víctimas de delitos”, relata.
Las asociaciones, tanto de Ampas, como de vecinos o de cualquier otro carácter, así como los ayuntamientos son los campos en los que pretenden moverse, para enseñar a la gente cómo hacer un uso responsable de las nuevas tecnologías. “Hay gente que no es nativa digital y no sabe muy bien cómo manejarse e incluso personas mayores que madre mía lo que pueden llegar a hacer con un móvil u ordenador”, destaca la abogada.

los más pequeños
María Anidos destaca que la tecnología no es mala en sí, sino su utilización. “Los niños, por ejemplo, tienen acceso a tanta información que ni ellos saben cómo controlarlo y los padres tampoco saben muchas veces cómo hacer para que sus hijos no estén en peligro”, comenta, y añade que también los profesores deberían fomentar una buena utilización de Internet y las redes sociales.
“Igual lo idóneo no es darle un móvil a un niño de nueve años, pero una vez que se le da, hay que proporcionarle también información; se trata de educar”, explica Anidos. “El problema de los más pequeños es que no les tienen el miedo que les podemos tener nosotros a las nuevas tecnologías”, añade.
El hecho de no detenerse a leer muchas veces lo que nos aparece en la pantalla también hace que corramos peligros innecesarios. “Tenemos la costumbre de que vemos una cosa y le damos a aceptar simplemente para que nos desaparezca e igual lo que estamos haciendo es que alguien acceda a nuestros datos; estamos tan metidos en este mundo que no nos damos cuenta de los peligros que realmente corremos”, detalla la abogada, quien apunta que su trabajo consiste en proteger la información de carácter personal, especialmente amparados por la Constitución.
Los delitos de sexting –envío de contenidos de tipo sexual producidos generalmente por el propio remitente a otras personas por medio de teléfonos móviles– o el grooming –prácticas online de ciertos adultos para ganarse la confianza de un menor fingiendo empatía con fines de satisfacción sexual– son solo algunos de los ejemplos que afloran en Internet y los cuales la gente aún parece desconocer. “Lo que pretendemos hacer es evitar estos comportamientos, o por lo menos que la gente sepa que si se graba o se saca fotos, eso tiene unas consecuencias,” destaca.
El acoso o bulling, otro de los problemas de la sociedad actual, también se vio “favorecido” por las nuevas tecnologías, ya que “lo que antes se quedaba en clase o en el barrio, ahora tiene más alcance y puede llegar a las manos de cualquiera”, concluye.

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