“Para mi padre, mi madre era su criada y quería que lo fuese también de su novio”

“Para mi padre, mi madre era su criada y quería que lo fuese también de su novio”
13 enero 2017 A Coruña.- El jurado popular del crimen de Narón deja para hoy el veredicto sobre la autoría Defensa y acusaciones pronunciaron ayer sus respectivos alegatos

El hijo de Juan Fraga –que se llama igual que su padre–, el hombre que este mismo viernes fue declarado culpable del asesinato de su esposa en la parroquia naronesa de O Couto, recibió con satisfacción el veredicto.
Al contrario que su hermana, el primogénito del matrimonio ejerció la acusación particular y pidió para su padre una pena de 20 años por un delito de asesinato. El tribunal jurado atendió su propuesta, a la espera de saber los años de cárcel que le impone el magistrado.  

¿Cómo valora que el jurado, por mayoría, haya declarado culpable a su padre del asesinato de su madre? 
Estoy aliviado y satisfecho, sobre todo porque fuese una condena por asesinato. Que había sido él estaba claro, todos los indicios que aportó la policía y los forenses apuntaban en la misma dirección. Pero está bien que haya sido por asesinato porque esto es el terrorismo del día a día.
Después de todo lo que se ha puesto sobre la mesa durante el juicio, ¿han sacado algo en claro de por qué pudo hacerlo? ¿Por qué ahora?
Es difícil de saber. Sé que últimamente quería imponerle a mi madre la relación que él tenía con otro hombre más de lo que solía hacerlo. Pretendía que vivieran los tres juntos y creo que eso fue un punto de inflexión para mi madre. Ella y yo habíamos hablado en los últimos meses de que se viniera a vivir conmigo, a Lugo, porque la situación era límite. Puede que él lo intuyese y pensó que si se iba de su lado sería muerta.

¿Se tendría que haber atajado antes esta situación?
Desde luego, pero no era fácil. Cuando a mi madre se le planteaba el tema del divorcio decía que no quería romper el núcleo familiar, por sus nietos. 
A él se le dieron cantidad de oportunidades desde hace más de veinte años. Se le perdonaron todos los errores que cometió, mi madre especialmente, y eso solo sirvió para hacerlo más fuerte frente a ella. Cogió más confianza al ver que la gente de la familia y los amigos hacían como que creían sus mentiras y le perdonaban.

¿Ustedes sabían en todo momento lo que sucedía de puertas para adentro?
Yo sabía que desde el verano las cosas iban mal, mi madre tenía mucho miedo de un tiempo a esta parte. Ya lo contaron muchos testigos –algunos relataron amenazas físicas–. Hasta les hizo jurar a sus vecinas de enfrente que no me contasen nada a mí, aunque algunas sí lo hicieron, para protegerla.

En el juicio se le preguntó a su padre si Caridad era un estorbo para él, ¿usted que cree?
Que sí. No tenía ningún aprecio por mi madre. Ya se vio en el perfil psicológico que declararon los peritos del Imelga. Les dijo que “no había otra como ella porque le lavaba la ropa, le hacía la comida”. Que era “una mujer de casa, no de estar en la calle” 
Ni una sola palabra de afecto. Para él era como su criada y ahora quería que fuese también la criada de su novio.
Él sigue declarando su inocencia a pesar de todo.
Siempre mintió y fue un embustero. Contó mentiras durante todo el juicio. En una de las vistas, con mi padre presente, declararon los dueño de O’ Cabazo para explicar que mi madre había trabajado en ese local durante unos años. 
Pues él, al día siguiente, en uno de los últimos alegatos que hizo ante el tribunal, les repitió que había sido el único que llevaba el dinero a casa. Hasta sus últimas palabras fueron una mentira.
 

“Para mi padre, mi madre era su criada y quería que lo fuese también de su novio”

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