La ocupación el pasado año del refugio Pardo de Atín fue del 92%

La vocación benéfico-asistencial con la que en su día se creó el Hospital de Caridad se mantiene hoy en día en el refugio nocturno Pardo de Atín.
En el año 1991 se inauguró un edificio anexo al hospital de Caranza, una de cuyas plantas –la segunda– se construye y habilita como refugio, duplicando su capacidad y modernizando sus instalaciones.
Desde entonces continúa con su labor, y cada año da hospedaje a personas procedentes de muy diferentes lugares y nacionalidades.
En la memoria del pasado año se recogen un total de 568 pernoctaciones, lo que sitúa el índice de ocupación en un 92%. Aunque la mayoría de las personas que hacen uso de sus servicios son españolas –444– se contabilizan además portugueses –36–, mexicanos –seis–, polacos –cinco–, marroquíes –16–, rumanos –12–, búlgaros –seis–, venezolanos –siete–, y brasileños –siete–, entre otros. 
Verano y Navidades son las épocas del año en las que se produce una mayor afluencia de personas que buscan donde pasar la noche. Así, de las 13.759 estancias a lo largo de todo el año, son los meses de agosto –1.250–, junio –1.214– y diciembre –1.196– cuando más ocupación se produce en el albergue.
Para hacer frente a los gastos del refugio, la Fundación cuenta con ayudas públicas –52.479 euros–, procedentes del Concello de Ferrol, Neda, Narón, Xunta, Diputación y Hacienda, además de privadas –9.563 euros– y otras entidades –4.000 euros–.
La arqueta instalada en el hall del hospital durante todo el año y el sábado santo en el santuario de la Virgen de las Angustias permitió el año pasado ampliar las donaciones hasta 4.757 euros, una cifra significativa, pero la más baja de los últimos años. 
A los acogidos se les da cena, igual que la de los residentes en el hospital, y desayuno.

La ocupación el pasado año del refugio Pardo de Atín fue del 92%

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