Las Meninas se travisten para llenar de color las calles del barrio de Canido

Las Meninas se travisten para llenar de color las calles del barrio de Canido
meninas de canido 2013

Canido estuvo ayer de fiesta porque la Menina, figura icónica del cuadro de Velázquez, volvió a sus calles después de dos años de ausencia. Llegó en 2008 pero se había tomado un respiro, solo para regresar con más fuerza y conseguir meterse dentro de un itinerario europeo dedicado a la pintura, algo que podría estar resuelto en 2015. Desde una abarrotada plaza do Cruceiro y desde el parque Urbis se extendían los pinceles hacia las esquinas deterioradas, los muros casi derruidos y también los espacios sanos (sobre todo el colegio) para multiplicar Meninas clásicas y contemporáneas, pop, abstractas y prehistóricas. Incluso un Velázquez huidizo se escondía en un fresco aumentando la familia, en la que cabía además el enano con el perro. Todo el cuadro velazqueño puede reproducirse en un barrio en el que todavía quedan huellas de otras ediciones (sobre todo en la calle Alonso López) y en el que permanecen también los motivos para hacer de este acto pictórico una reivindicación. Suelos levantados con obras interminables y puentes por los que los vecinos salen de sus casas, caminos sin asfaltar y edificios deteriorados salen al paso del caminante pero se iluminan también con las creaciones de más de un centenar de artistas dispuestos a responder de nuevo a la llamada de Eduardo Hermida.
En la sobremesa, Magín Blanco y María de Faltriqueira amenizaban los cafés en el escenario de la plaza con las canciones del cuento “A nena e o grilo nun barquiño”. Con ellos los niños, atentos y divertidos mientras los adultos llenaban las terrazas y reponían fuerzas para volver a los cubos de pintura.
Entre todos, de un lado para otro, Eduardo Hermida, con su gorra y su camiseta de Las Meninas (a la venta en las mejores tiendas), atendiendo todo tipo de peticiones (las de varias televisiones estatales incluidas). Que si estos electrodos no me valen, que si te mandé unas fotos para proyectar, que si me haces unas declaraciones a cámara aquí, que dónde está tu estudio que no encuentro la calle. A todo dice que sí y, en medio de tanta adrenalina disparada, le falta tiempo para mirarse la tensión, que no anda como debiera. Explica que escogió como tema a las Meninas “porque me daba mucho juego para interpretarlo de mil formas diferentes” y también comenta, mientras el sol ilumina Canido y el viento seca rápidamente la pintura de las paredes, que una veintena de pintores de fuera de Ferrol se dieron de baja a última hora porque la previsión meteorológica anunciaba unas lluvias que no aparecieron.
El presupuesto de esta edición es de 8.000 euros. De ellos, Hermida tuvo que buscarse 3.000 a través de la plataforma de micromecenazgo Verkami, vendiendo, entre otros objetos, sus propios cuadros. El resto lo puso el Concello, que aporta también sus “meninas” a bolardos, alcorques y señalizaciones definitivas en las calles que ya pasaron por la tortura de las obras. El grupo municipal del PSOE quiere que este apoyo económico sea estable y que se coordinen varias concejalías para “darle al proyecto el impulso que merece”.
 Otra vuelta por los alrededores y Leandro Lamas, con su silla plegada, ya está de regreso, tras completar su mural, saludando y sorteando fotógrafos aficionados y profesionales y parándose a observar cómo el escultor César Lombera suelda una obra que quedará en el barrio. Por la plaza deambulan chicos vestidos de gato con sus orejas, bigotes y rabo y su pelaje a rayas. Son de la escuela de danza Allegro, que realizaron la coreografía de “Cats”. Mientras, en el parque, suena la música en directo. A esta hora, a la candidatura de Madrid ya se le fue la luz en plena presentación en Buenos Aires, lo que provoca algunas chanzas, pero en Canido no falla. Y así, Al Vila, La Dolorosa Compañía, Martín Sanjurjo y Manolo Dopico, Os Revenidos, Antón Varela, Óscar Fernández y Pulpiño Viascón, el trío Allegro, los Autómatas Beat con Moncho Lemos o las bailarinas Cristina Montero y Ruth Balbís realizan sus espectáculos sin problemas. Electricidad no necesitan, aunque energía no les falta, los del grupo folclórico Berros do Castro, que recorren el barrio con sus instrumentos tradicionales. Poetas, pinchadiscos, músicos, escultores, fotógrafos pintores, cineastas y bailarines. Todos juntos por Velázquez, por Canido y por la fiesta.
“Las Meninas son de una época en la que en España había unos reyes que...” se pierde la explicación de un padre a su hija por la calle Alegre.  n

Las Meninas se travisten para llenar de color las calles del barrio de Canido

Te puede interesar